Si te comes un bocado y luego otro, y de repente, sin darte cuenta ya te terminaste tu almuerzo, probablemente es que no estabas poniéndole atención a tu comida. La manía de comer frente a la computadora en tu trabajo, puede pasarte una cuenta de cobro que no querrás recibir: aumento de peso.
Varios de mis pacientes que trabajan horarios muy largos en sus oficinas, me han confesado que la mayoría del tiempo, ni siquiera se toman media hora para almorzar, sino que lo hacen en su escritorio, mientras revisan “e-mails” o terminan alguna tarea pendiente. Yo entiendo que hoy en día hay muchos trabajos que demandan tiempo, pero es justo que puedas tomarte un rato para almorzar en paz y lejos de tu escritorio.
Comer merece toda tu atención. Es un regalo que le das a tu cuerpo para nutrirlo y darle todo lo que necesita para que puedas funcionar, estar sano/a y ser productivo/a. Si estás masticando mientras revisas tu Facebook o mientras terminas de enviar un mensaje que tenías pendiente, o mientras chateas con alguien, vas a quitarle tu atención a los alimentos y no vas a darte cuenta de qué es lo que comes. Esto influye en tu salud. ¿Por qué?
De la misma manera que se ha dicho que comer viendo televisión es contraproducente porque contribuye al aumento de peso, el comer enfrente de tu computadora u ordenador puede hacer que te quedes con hambre y tiendas a comer más. ¿A qué se debe esto? Simplemente cuando estás comiendo y haciendo otra cosa al mismo tiempo, tu mente se dispersa y no se concentra en la actividad de comer. Por eso, cuando te das cuenta de que tu plato está vacío, también te das cuenta de que no disfrutaste de la comida, y de seguro, querrás más, o te darán ganas de postre. Es algo así como que el cerebro no alcanza a registrar la cantidad de comida que ingeriste y no te sientes satisfecho/a, por lo que quedarás con más ganas de comer o de añadir un postre.
Un pequeño estudio realizado por un grupo de científicos de la Universidad de Bristol en el Reino Unido, confirma que así es. Este grupo de investigadores encontró, luego de analizar a 44 hombres y mujeres, que aquellos que almorzaron mientras hacían alguna tarea en la computadora, comieron muchas más galletas dulces media hora después de terminar, que los que almorzaron sin ninguna distracción.
Esto le sumó un promedio de 250 calorías más a su almuerzo. ¿Crees que vale la pena subir de peso por no querer despegarte de tu computadora? Además, el estudio encontró que si no le pones atención a tu plato, tu memoria se altera y la próxima vez que comas (en la cena por ejemplo) vas a comer más cantidad. En resumidas cuentas, la computadora te hará aumentar de peso.
Por eso, aunque tengas miles de tareas por terminar, aunque tu jefe te exija que le entregues un informe antes de las 2 de la tarde y estás corriendo para terminarlo, piensa en tu salud: Concéntrate en tu comida, ve a la cocina de la oficina o sal a comer algo afuera, pero pensando en tus alimentos. De esa manera, el trabajo no te causará, además de estrés, que tengas varios kilos o libras de más al final del año laboral.
Disfruta tu comida, saboréala, mírala, siéntela. Sólo así quedarás satisfecho/a y no querrás repetir, y con suerte, no te harán falta las golosinas.
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