El agua es vital para la salud, por eso es muy importante que mantengas tu cuerpo siempre bien hidratado. Si tratas de llevar una dieta saludable, es posible que ya hayas cambiado a las sodas sin azúcar, pero ¿has tenido en cuenta al agua? Aquí te contamos las ventajas de beberla, y por qué debes esforzarte en mantener una hidratación adecuada.
Los jugos (zumos) y las sodas suelen ser las bebidas preferidas de muchas personas, tal vez de la mayoría. A la hora de comenzar una dieta para perder peso, o si les diagnostican diabetes y deben dejar de consumir bebidas azucaradas, muchos recurren a las opciones sin azúcar o con endulzantes artificiales.
Sólo hay que detenerse frente a los estantes de los supermercados para ver el variado mundo de colores y sabores de las bebidas que existen que además vienen con o sin gas, con y sin azúcar, con más o menos nutrientes como calcio, vitaminas y minerales… Sin embargo, se dice poco de la bebida más natural y saludable que podemos elegir: el agua.
El agua potable, que es la fuente de la vida para las plantas y para los animales, es la bebida más importante para la salud, aunque muchas personas parecen ignorarlo. Es posible que si la comparas con el sabor de otro tipo de bebidas, el agua te parezca “aburrida”, pero si aprendes a desarrollar tus sentidos notarás que no es lo mismo el agua del grifo en una ciudad que en otra, al igual que tampoco saben igual las aguas mineralizadas o de manantial. El agua, aunque carezca de sabor, es deliciosa cuando nos calma la sed y refresca al organismo. Beberla fresca en un día de verano puede ser tan gratificante como tomar una soda helada.
Si a pesar de todo quieres darle un toque de sabor, puedes agregarle un poco de limón a tu vaso o lavar bien un limón y cortarlo en pedazos pequeñitos, con la cáscara incluida, y agregarlo en una jarra de agua: verás cómo cambia el sabor luego de un rato. Y si la dejas en el refrigerador (hielera) tendrás una opción sana, natural y a muy bajo costo (evita agregarle azúcar para que sea más saludable).
¿Sabes por qué el agua es tan importante para la salud? Porque es el componente químico principal de nuestro cuerpo y representa cerca del 60% del peso corporal. Cada célula y cada sistema de tu organismo depende del agua: ya sea para transportar nutrientes, eliminar toxinas o para mantener hidratados los órganos y los tejidos.
Si no tomas agua, te da sed, que es una señal de que tu cuerpo se está deshidratando, es decir, que está perdiendo el agua que necesita para poder cumplir con todas las funciones vitales. Cada día, pierdes agua a través del sudor, de la orina, de la respiración y de las heces fecales. Por eso debes reemplazar constantemente el agua que eliminas.
La cantidad de agua que tu cuerpo necesita depende del estilo de vida que tengas: de tu actividad física, de tu dieta y de otros factores ambientales como el clima y la altitud del lugar en el que vives. En general, se recomienda tomar entre 2 y 3 litros de agua por día (de 8 a 10 vasos), especialmente en el verano, cuando hace más calor y tienes más riesgo de deshidratarte.
Para saber si estás lo suficientemente hidratado(a), puedes tomar como referencia tu orina. Si es demasiado amarilla y te da mucha sed, entonces necesitas evaluar la cantidad de agua que tomas y aumentarla.
Además del agua, hay otras opciones para mantener hidratado a tu cuerpo. Las principales son las frutas como el melón, las naranjas y los cítricos en general. Les siguen las verduras como la lechuga romana, el apio, el pepino y los tomates. Las sopas y otros alimentos como los yogures también son buenas fuentes de hidratación.
Por el contrario, las bebidas azucaradas no son recomendables, y también se aconseja eliminar el alcohol de la dieta si lo que buscas es mantener hidratado a tu cuerpo.
Ahora ya lo sabes: sin agua no hay vida. Así que de aquí en adelante, es importante que pienses en nuevas maneras de incluir más agua y más líquidos en tu dieta, para que tu cuerpo no sufra las consecuencias de una hidratación deficiente.
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