Adelgazar, aunque sea un poco, es una cuestión de peso para tu salud. Un nuevo estudio ha detectado que los beneficios que proporciona al organismo pueden mantenerse por varios años, aun cuando la persona vuelva a recuperar algunos kilos o libras. ¿Quieres saber los detalles? Sigue leyendo.
La obesidad está entre las cosas qué más le preocupa a la sociedad actualmente. El sedentarismo y los malos hábitos alimenticios son de los factores que han contribuido a su aumento. Pero no se trata sólo de una cuestión estética sino de salud, pues el exceso de peso está asociado a varias enfermedades crónicas que te pueden poner en riesgo. O sea, empeora tu calidad de vida, hace que te sientas mal y sin energía.
Lo bueno es que, en este caso, tu esfuerzo siempre vale la pena, y aún una pequeña pérdida de peso puede ser suficiente para mejorar tu bienestar y tu estado de salud en general.
Un estudio nuevo comprueba esto. Luego de analizar a 3 mil personas con sobrepeso que tenían problemas de intolerancia a la glucosa (lo que se conoce como una condición pre diabética, en la que la persona tiene niveles altos de glucosa (azúcar) en la sangre sin llegar a que fueran tan elevados para que se diagnosticara diabetes tipo 2), un grupo de investigadores de la Universidad de Brown en Providence, Rhode Island, encontró que hasta una pérdida modesta de peso les permitió a los participantes obtener una década de beneficios de salud importantes.
¿Cómo lo hicieron? En lugar de recetarles medicinas, les pidieron a todos los participantes que cambiaran sus conductas y les indicaron cómo hacerlo: las estrategias incluían el mantener un registro de todo lo que comían, reducir la cantidad de comida “malsana” que tenían en casa y aumentar la cantidad de actividad física.
Así, según los resultados que fueron presentados en agosto en la reunión anual de la Asociación Americana de Psicología (American Psychological Association) en Orlando, en Florida, los participantes lograron bajar un promedio de seis kilos (14 libras) y, de ese modo, redujeron el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en un 58 por ciento.
Un dato llamativo fue que los beneficios de salud de esa pérdida de peso duraban hasta diez años, incluso si las personas recuperaban el peso. Asimismo, los investigadores afirmaron que perder apenas un 10 por ciento del peso corporal tiene un impacto a largo plazo sobre la apnea del sueño, la hipertensión y la calidad de vida.
Si bien estos datos deben ser considerados como preliminares, se suman a otros que muestran cómo el mantener hábitos de vida saludables ayuda a sentirse bien por más tiempo.
Claro que cambiar las costumbres es una de las tareas más difíciles de lograr, pero vale la pena el esfuerzo. ¡Anímate! Si quieres empezar una rutina de ejercicios, he aquí algunas recomendaciones que pueden ayudarte.
Del mismo modo, comenzar a pensar en un plan de alimentación saludable no tiene por qué ser ni aburrido ni menos sabroso. Aquí tienes algunos consejos que pueden ayudarte a modificar la forma en la que comes y con los que puedes divertirte a la vez mientras descubres nuevos sabores.
Aun cuando todavía estés pensando en la posibilidad de modificar tus hábitos o si ya has comenzado tu plan de vida saludable, trata de escuchar los mensajes que te manda tu cuerpo y aprende a descifrarlos. Una vez que te vayas adaptando a los cambios, tú mismo(a) te irás sintiendo mejor según comas uno u otro alimento o practiques más o menos ejercicios.
Trata de considerar estos cambios como un nuevo proceso de aprendizaje y descubrimientos en el que posiblemente te sorprendas de ti mismo(a) y de tus logros. Y por supuesto, no te olvides de agregar una cuota de entretenimiento y diversión a todas las actividades que decidas hacer, desde salir a caminar o tomar clases de gimnasia, hasta buscar una nueva receta saludable y ponerte a cocinar.
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