Una vez más, los investigadores han encontrado nueva evidencia que vincula el consumo excesivo de sal con la presión arterial alta, que en este caso se produciría a largo plazo. Si todavía no estabas convencido(a) de este efecto negativo, sigue leyendo y descubre por qué es importante que controles el salero a la hora de preparar la comida o de sentarte a la mesa.
¿Cuántas veces has oído que la sal perjudica la salud? Sin embargo, todavía no te convences de que esto sea cierto. “Total – piensas -, yo no tengo problemas de corazón ni de presión alta”. Ojo, no te confíes ni te duermas en los laureles. El exceso de sal o de sodio en tu dieta sí puede perjudicar tu salud.
Un nuevo estudio que aparece en la edición en línea del 18 de junio de la revista especializada Circulation, da cuenta de cómo el exceso de sodio perjudica a largo plazo, ya que aumenta las posibilidades de desarrollar presión alta o hipertensión, con todos los riesgos que eso implica.
Si comer alimentos muy salados se ha convertido en un hábito y consumes sal en exceso de manera continua, es posible que con el tiempo el revestimiento de los vasos sanguíneos se dañe, lo que puede provocar hipertensión.
Un grupo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard rastreó la cantidad de sal que consumieron más de 5,500 mujeres y hombres blancos de los Países Bajos, durante unos seis años.
Analizaron muestras de orina de 24 horas, recolectadas periódicamente durante varios años, y registraron la cantidad de ácido úrico y albúmina en la orina (que son dos marcadores de daño en los vasos sanguíneos) y rastrearon la cantidad de sal que los participantes ingerían, a través del sodio que encontraban en la orina.
Al inicio del estudio, ninguno de los participantes tenía hipertensión. Pero con el tiempo, las personas que consumían más sodio tenían más ácido úrico y albúmina en la orina, lo que aumentaba las posibilidades de que esas personas desarrollaran presión alta.
Al finalizar el estudio, casi 900 participantes habían desarrollado hipertensión. Los que consumían más sodio tuvieron un aumento del 21 por ciento en sus posibilidades de desarrollar hipertensión, y quienes tenían niveles más altos de ácido úrico y albúmina, y usaban más sal, aumentaron sus probabilidades de desarrollar presión alta en un 86 por ciento.
Muchas personas piensan que ponerle poca sal a las comidas es suficiente para cuidarse. Sin embargo, hay mucho sodio oculto en una gran variedad de los alimentos que consumes a diario. Por eso siempre se recomienda limitar su consumo. Y para ello, no hay nada mejor que conocer los ingredientes de cada alimento.
Para ello, a continuación encontrarás algunos consejos que pueden ayudarte a mantener un nivel de sodio saludable en tu dieta:
- Limita tu consumo de productos procesados o empaquetados. Selecciona alimentos frescos, como frutas y vegetales, que son bajos en sodio por naturaleza.
- Aprende a leer bien las etiquetas de los alimentos que vas a comprar. Fíjate si tienen un porcentaje de sodio muy alto y, si es así, evítalos. Ten en cuenta que:
- si dice “libre de sodio” o “sin sal”, significa que tiene menos de 5 mg. de sodio por porción;
- si dice “muy bajo en sodio” quiere decir que contiene 35 mg. o menos sodio por porción.
- si dice “bajo en sodio”, eso significa que contiene 140 mg. o menos sal por porción.
- si dice “menos sodio” se refiere a un 50% menos de la versión original de dicho alimento empacado;
- si dice “sin sal”, indica que no se le añadió más sal al producto.
- No te excedas con los aderezos, que suelen tener alto contenido de sodio. Es el caso de la salsa de soya, el cátsup (kétchup) y la mostaza, por ejemplo.
- Usa hierbas y especias para sazonar tus recetas.
- Si vas a comer a un restaurante, pide que preparen tu platillo sin sal o que sea bajo en sal.
- Si no tienes otra opción más que comer alimentos enlatados, puedes reducir su nivel de sodio lavándolos y deshaciéndote del líquido que los conserva.
Es cierto que reducir el consumo de sal no es fácil. Especialmente porque debido a su exceso, las papilas gustativas se acostumbran a su sabor y cuando falta, muchas personas sienten que la comida no sabe a nada. Pero eso sólo será hasta que tus papilas gustativas vuelvan a descubrir el sabor original de los alimentos que, por cierto, si te das tiempo, encontrarás más variado y sabroso de lo que imaginabas. No esperes, empieza a reducir tu consumo de sal para proteger al máximo tu corazón.
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