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Si se trata de la salud, no faltan razones para seleccionar una dieta vegetariana equilibrada. Ahora, un nuevo estudio ha encontrado que quienes evitan las carnes y los pescados en sus comidas tienen menos posibilidades de sufrir problemas del corazón. ¿Te animas a seguirla? Si te parece demasiado estricta, trata de incorporar más alimentos de origen vegetal a los platillos que preparas a diario.

Cocidas o frescas, las frutas y verduras no deben faltar en ninguna dieta saludable. Más aun, hay quienes deciden eliminar de sus platillos cualquier alimento de procedencia animal, para llevar una dieta vegetariana. Las razones que los llevan a esta elección pueden ser muy variadas, algunos lo hacen por cuestiones religiosas o culturales, otros porque sienten pena por los animales o tal vez porque les impresiona la sangre.

Cada uno tiene sus motivos -y tal vez tú también ya tengas los tuyos- para elegir una dieta a base de vegetales o vegetariana. Y si se trata de la salud, tampoco faltan razones. Por ejemplo, una dieta vegetariana puede ayudar a las personas con diabetes a controlar esa condición. Ahora, además, un nuevo estudio ha vinculado a las dietas vegetarianas con la salud del corazón.

Según los resultados, que han sido publicados en la revista American Journal of Clinical Investigation, quienes siguen una dieta vegetariana tienen 32 por ciento menos posibilidades de desarrollar algún problema del corazón, así como menor riesgo de tener que ser hospitalizados o morir de condiciones cardíacas.

Esto se debería, principalmente, a que quienes eligen dietas vegetarianas mantienen niveles más bajos de colesterol y presión arterial y tienden a ser más delgados que quienes comen alimentos de origen animal (recuerda que el colesterol, la presión arterial y la obesidad están incluidos en lo que se conoce como síndrome metabólico, un conjunto de factores que ponen en riesgo, entre otras cosas, la salud del corazón).

Para llegar a estos datos, unos investigadores de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, hicieron un seguimiento de los datos de casi 45 mil hombres y mujeres de Inglaterra y Escocia (entre los cuales alrededor de 15 mil no comían ni carne ni pescado).  A través de cuestionarios, evaluaron  el tipo de dieta que seguía cada individuo y si a lo largo del periodo estudiado -desde mediados de 1990 hasta 2009- habían padecido algún problema en el corazón.

Estos resultados prueban la importancia de la alimentación en el cuidado de la salud y, en especial en este caso, la del corazón. Por eso, aunque no elimines por completo las carnes y los pescados de tu dieta (que brindan proteínas que son muy importantes para tu cuerpo), sí puedes aprender a elegir y combinar los alimentos de una manera más saludable para el corazón, por ejemplo, usando menos sal (sodio) o recordando cuáles son las grasas más saludables para tu corazón. Haciendo pequeños cambios y ajustes, haz que tu dieta te ayude, día a día, a fortalecer y a proteger a tu organismo y a tu corazón. Por ejemplo, la dieta mediterránea, en la que abundan los vegetales, los cereales integrales, los pescados y el aceite de oliva, es una buena alternativa a seguir.

Y si decides llevar una dieta vegetariana, sea por el motivo que sea, asegúrate de que también sea saludable: aprende a elegir fuentes alternativas de proteínas apropiadas que reemplacen a la carne y procura que nunca le falte variedad a tus comidas. Recuerda que la clave está en el equilibrio, y así podrás obtener todos los nutrientes que tu cuerpo necesita.

Imagen © iStockphoto.com / studiocasper

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