Un estudio reciente ha detectado que comer arándanos, moras, cerezas, frutillas (fresas) y otros tipos de bayas como parte de una dieta regular, puede ayudar a mantener las funciones cerebrales y a prevenir la pérdida de la memoria relacionada con la edad.
Además de ser exquisitas e ideales para acompañar los postres y los helados, las frutas de la familia de las bayas (en la que se incluyen los arándanos, las moras, las cerezas y las frutillas o fresas), se caracterizan por su aporte de vitamina C, que entre otras cosas ayuda a disminuir el estrés; los polifenoles que ayudan a deducir las grasas y los antioxidantes, que protegen y reparan a las células del daño normal que se va produciendo a medida que envejecemos.
Ahora, un nuevo estudio ha relacionado el consumo de estas frutas con una mejoría en el funcionamiento del cerebro y en cierta ayuda en la prevención de la pérdida de la memoria relacionada con la edad, una de las principales causas de otra enfermedad conocida como Alzheimer.
Y si bien para combatir los efectos del paso del tiempo sobre la memoria existen ejercicios y otras acciones que puedes tener en cuenta, ahora también se sabe que comer todo tipo de bayas puede contribuir.
Para llegar a esos resultados, un equipo de investigadores norteamericanos (del Centro de Investigaciones de Nutrición Humana y el Envejecimiento USDA-ARS y de la Publicación sobre Química de la Agricultura y los Alimentos) analizó otros estudios que se habían hecho previamente, tanto en animales como en humanos, sobre los efectos de las bayas en el funcionamiento cerebral y el comportamiento.
Así, pudieron concluir que los estudios – tanto en animales como en humanos – sugieren que comer bayas produce buenos efectos sobre las señales del cerebro relacionadas con la inflamación y la muerte celular, lo que se traduciría en un posible retraso de los desordenes mentales producidos por la edad, como el Alzheimer y la demencia.
¿Cómo logran esto las sabrosas frutas? Según los investigadores, esto ocurre por dos motivos principales, uno de ellos es la gran cantidad de antioxidantes que contienen. El otro es que estas frutas modifican el modo en que las neuronas se comunican entre sí, lo que podría evitar la inflamación que puede dañar las células del cerebro.
¿Te gustan las fresas (frutillas), las moras y otras frutas de la misma familia? Pues no te prives. Estas exquisitas y saludables opciones no sólo son buenas para tu memoria, también te aportan vitaminas. Hasta existen pruebas de que las fresas (frutillas) específicamente, podrían proteger al estómago del alcohol y ayudar a mejorar los tratamientos contra las úlceras. Al menos así lo comprobó un grupo de investigadores europeos, en un experimento con ratas cuyos resultados fueron publicados a fines del 2011 en la revista PLoS ONE.
Todos estos estudios se han realizado con el objeto de conocer cada vez más la forma en que los alimentos pueden ayudarnos a vivir más y mejor. Y aunque todavía queda mucho camino por recorrer en esta búsqueda, no hay motivos para no disfrutar de una rica porción de bayas, y por supuesto combinarla con una dieta variada y saludable, sin olvidar esa rutina de ejercicios que tan bien te hacen y tanto te divierten.
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