Si alguna vez has hecho dieta y haz alcanzado el peso deseado, seguramente sabrás que lo más difícil es mantenerlo una vez que se retoma la dieta habitual. Una investigación reciente encontró que las hormonas son, en parte, responsables de esta dificultad. Infórmate aquí para que puedas combatir mejor el sobrepeso.
En el mundo de las dietas, no todo es cuestión de voluntad. Pablo, por ejemplo, llegó muy desanimado a la consulta luego de haber recuperado en menos de un mes varias libras que había perdido en más de seis meses de dieta estricta y controlada. El no es el único caso: a muchas personas les ocurre exactamente lo mismo.
Embarcarse en un programa para adelgazar lleva tiempo y esfuerzo. Tienes que replantearte tu forma de alimentarte, y privarte de muchas cosas que te agradan. Además, te exige que realices una actividad física, la que más te agrade, para ayudarte en el intento. Tanto esfuerzo para bajar de peso puede ser saboteado por distintos factores que son capaces de hacerte recuperar rápidamente todo ese peso perdido: el regreso a patrones erróneos de alimentación, el sedentarismo, los genes y ahora también las hormonas, todos pueden salirte al encuentro para hacer fracasar tu misión.
Un estudio reciente, publicado en la revista New England Journal of Medicine, ha detectado cambios en las hormonas que afectan al apetito y ayudan a recuperar peso luego de haberlo perdido.
Para eso consideraron a 50 personas con sobrepeso u obesas que habían realizado una dieta de bajas calorías por diez semanas y midieron varios niveles hormonales involucrados en el control del apetito en tres momentos o etapas diferentes: al empezar la dieta, al terminarla y luego de 62 semanas.
Así encontraron que en esos tres momentos los valores hormonales fueron diferentes. Más aún, hasta un año después de haber perdido el peso hay un aumento en la denominada “hormona del apetito”, que técnicamente se llama grelina, y una reducción de otras hormonas como la leptina, que ayudan a controlarlo.
Las hormonas son como mensajeros químicos del cuerpo, que viajan a través del torrente sanguíneo hacia los tejidos y los órganos. Ellas influyen en muchos procesos del organismo como el crecimiento, las funciones sexuales y la reproducción, el estado de ánimo y el modo en que el cuerpo obtiene la energía de los alimentos.
Así, la hormona llamada grelina es la que le dice al cuerpo que coma mientras que la denominada leptina es la que le dice que deje de comer. Por eso, un aumento de grelina y una disminución de leptina hacen que cualquier intento por mantener el peso perdido termine en fracaso o se convierta en una tarea muy difícil de lograr. Del mismo modo, una reducción en otras hormonas relacionadas con el apetito, como las llamadas péptido YY y colecistocinina, también ayudan a recuperar las libras o kilos que habías bajado.
¿Significa esto que al dejar la dieta nadie puede tener éxito a la hora de mantener el peso deseado? ¡De ninguna manera! Por el contrario, estos datos pueden ayudar a buscar mejores formas de evitar el aumento de peso luego de haber hecho tanto esfuerzo por perderlo. En la actualidad se están estudiando varios medicamentos que ayuden a combatir esos cambios hormonales de los que hablábamos anteriormente. Los investigadores también están en la búsqueda de medicamentos que supriman el apetito y que puedan usarse de manera segura a largo plazo. Mientras tanto, recomiendan seguir los patrones que mejor conducen a mantener el peso adecuado:
- Pesarse regularmente
- No saltarse el desayuno
- Ejercitarse al menos una hora al día
- Llevar una dieta baja en grasa, dulces y harinas refinadas
Los expertos también coinciden en que los resultados de los estudios subrayan una vez más la importancia de prevenir el sobrepeso y la obesidad con un estilo de vida saludable, mucho más fácil y efectivo que combatirlos.
Ahora ya sabes que recuperar el peso después de una dieta no necesariamente indica falta de voluntad o de disciplina, así que no tienes por qué sentirte culpable. Utiliza tu energía para dar un cambio positivo en tu alimentación y en tu nivel de actividad física para que puedas llegar y mantener tu peso ideal.
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