Uno de los mayores estudios en su tipo descubrió que la gente con enfermedad arterial coronaria que tiene aunque sólo sea un poco de grasa abdominal corre más riesgo de fallecer que quienes acumulan grasa en otra parte del cuerpo. El mismo efecto se observó inclusive entre pacientes con índice de masa corporal (IMC) normal. Los resultados de este análisis de Mayo Clinic se publican en la edición correspondiente al 10 de mayo de la revista del Colegio Americano de Cardiología.
Los científicos analizaron los datos de 15.923 personas con enfermedad arterial coronaria, participantes en cinco estudios alrededor del mundo, y descubrieron que quienes tienen enfermedad arterial coronaria y obesidad central (medida a través de la circunferencia de la cintura y de la proporción entre cintura y cadera) corren el doble de riesgo de fallecer. Eso equivale al riesgo de fumar a diario un paquete de cigarrillos o tener colesterol alto, sobre todo entre los hombres.
Los resultados refutan la paradoja de la obesidad, hallazgo desconcertante en muchos estudios respecto a que los pacientes con IMC más altos y enfermedades crónicas, como la enfermedad arterial coronaria, tienen mejores probabilidades de sobrevivir que otras personas de peso normal.
“Se sospechaba que la paradoja de la obesidad obedecía al hecho de que el IMC no es ni buena medida de la grasa corporal, ni ofrece ninguna perspectiva sobre la distribución de la grasa”, explica la Dra. Thais Coutinho, autora principal del estudio y fellow de Cardiología en Mayo Clinic. “El IMC sólo es una medida del peso en proporción a la estatura, pero parece que lo más importante es cómo se distribuye la grasa en el cuerpo”, añade.
El Dr. Francisco López Jiménez, investigador principal del proyecto y director del Programa Cardiometabólico de Mayo Clinic, explica por qué este tipo de grasa sería más nocivo: “Se ha descubierto que la grasa visceral tiene más actividad metabólica y ocasiona más cambios en el colesterol, presión sanguínea y nivel de azúcar en la sangre. Sin embargo, la gente cuya grasa se ubica sobre todo en otras partes del cuerpo, especialmente en las piernas y nalgas, no presenta más riesgo”.
Los científicos dicen que los médicos deberían aconsejar perder peso a los pacientes con enfermedad arterial coronaria e IMC normal que tengan grande la circunferencia de la cintura o proporción alta entre cintura y cadera. La medida es muy fácil de usar, acota la Dra. Coutinho y agrega lo siguiente: “todo lo que se necesita es una cinta métrica y un minuto del tiempo del médico para medir el perímetro de la cintura y cadera del paciente”.
La investigación estudió a gente en Estados Unidos (en Rochester, Minnesota y San Francisco, California), Dinamarca, Francia y Corea. El hecho de que se incluyeron diferentes grupos étnicos hace que el estudio sea más aplicable al mundo real, indica la Dra. Coutinho.
Entre otros miembros del equipo de investigación están: los doctores Kashish Goel, Daniel Correa de Sa, Randal Thomas, Veronique Roger y Virend Somers por parte de Mayo Clinic; los doctores Charlotte Kragelund, Lars Kober, y Christian Torp-Pedersen del Rigshaspitalet en Copenhagen, Dinamarca; la Dra. Alka Kanaya de la Universidad de California en San Francisco; los doctores Jong-Seon Park, Sang-Hee Lee y Young-Jo Kim del Hospital Universitario Yeungnam en Daegu, Corea; así como los doctores Yves Cottin y Luc Lorgis del Hospital Universitario de Bocage en Dijon, Francia.
Para más información de la Mayo Clinic haz clic en el logotipo:
Copyright © 2011 por Mayo Clinic. Todos los derechos reservados.
Imágen © iStockphoto.com / john shepherd