Dime cómo duermes… y te diré cómo va tu matrimonio

¿Das vueltas y vueltas en la cama antes de quedarte dormida? ¿Te despiertas con frecuencia durante la noche y te cuesta trabajo volverte a dormir? Cualquiera que sea el motivo que te roba el sueño, ¡mucho cuidado! Un estudio reciente ha encontrado que las mujeres que tienen dificultades para dormir tienden a llevarse mal con su pareja al día siguiente. Esta relación no se repite a la inversa. Al parecer, los hombres no trasladan a la pareja el mal humor que genera el pasar la noche en vela.

¡Qué bien nos despertamos después de haber dormido profundamente toda la noche! Salimos de la cama llenos de energía, listos para enfrentar el día más con entusiasmo y buen humor. Pero cuando no dormimos bien, todo cambia: no tenemos ni fuerza, ni ganas ¡y mejor que no nos hablen hasta después del café! Cada vez son más las investigaciones que demuestran la importancia de un buen descanso y las consecuencias que la falta de sueño o un sueño poco reparador pueden tener en nuestra salud. Pero ¿se te ha ocurrido relacionar la discusión que tuviste la otra mañana con tu pareja con la falta de sueño? A partir de ahora, puedes hacerlo. Si vuelves a pasar la noche en vela, será prudente que le avises a tu compañero para que se arme de paciencia.

Un estudio, desarrollado por especialistas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, se ha tomado en serio esta cuestión y ha evaluado la relación de las parejas con la calidad del descanso. Así detectó que cuando las mujeres duermen mal tienden a discutir más con sus maridos al día siguiente.

Aunque ya se sabía que cuando el descanso es insuficiente puede generar mal humor e irritabilidad, ésta sería la primera vez que un estudio vincula esta situación con la relación de pareja. ¿Los resultados? Todo parece indicar que las mujeres son más inclinadas a expresar y a manifestar su malestar lo que se traduce en más discusiones. Los hombres, en cambio, suelen ser más reservados y no acostumbran a verbalizar sus sentimientos de la misma manera que las del sexo opuesto. Es por ello que cuando es el hombre el que duerme mal, no hay grandes repercusiones en la relación con la pareja al día siguiente.

Cuando las dificultades para dormir de la esposa se prolongan, sus efectos negativos pueden empeorar otros problemas existentes en la relación, convirtiéndose en un círculo vicioso en el que entonces los problemas matrimoniales contribuirían todavía más a dificultarle el sueño. La doctora Wendy Troxel, profesora de psiquiatría y líder del estudio, comenta: “Es un proceso cíclico que puede afectar a las parejas y ponerlas en trayectorias negativas en cuanto a su salud mental y su bienestar. Es importante tratar los problemas del sueño desde el punto de vista clínico y quizás, si la pareja tiene problemas, iniciar terapia matrimonial”.

Estos hallazgos se suman a otros que revelan la importancia del sueño en la salud. Por ejemplo, algunos relacionan su carencia con el desarrollo de obesidad, diabetes, envejecimiento prematuro o trastornos psicológicos, y otros consideran que dormir de más o de menos podría provocar incluso depresión y hasta problemas cardíacos.

¿Y tú como duermes? Recuerda que los problemas de sueño más comunes son:

Insomnio: dificultad para dormirse o mantenerse dormido.
Apnea del sueño: interrupciones de la respiración durante el sueño que, aunque la persona no se de cuenta, hace que se despierte varias veces en la noche y, por lo tanto, descanse mal.
Síndrome de las piernas inquietas: sensación de hormigueo o picazón en las piernas durante la noche.
Narcolepsia: “crisis de sueño” durante las horas del día, que hace que la persona pueda quedarse dormida, literalmente, en cualquier lugar.
Parasomnia: incluye pesadillas, terrores nocturnos, sonambulismo, hablar dormido, golpes en la cabeza, orinarse en la cama y rechinar los dientes.

No permitas que nada te robe el sueño, especialmente cuando existen tratamientos para la mayoría de los problemas que impiden un buen descanso. Consulta con tu médico si experimentas insomnio de manera habitual, y te levantas cansada(o) o irritada(o). Un tratamiento adecuado no solamente te permitirá dormir y descansar mejor, sino que repercutirá en tu estado de salud general y hasta podría mejorar tu relación de pareja.