Una de las enfermedades que más preocupa, especialmente por el aumento de casos que se ha visto en los últimos años, es la diabetes. La pandemia de obesidad que sufren buena parte de los países occidentales tiene diversas consecuencias y una de las más obvias es el incremento exponencial de los pacientes con diabetes tipo 2, aquellos que desarrollan la enfermedad cuando su cuerpo no produce suficiente insulina o se vuelve resistente a ella.
“El riesgo de padecer diabetes de tipo 2 está estrechamente relacionado con la edad y con la presencia de sobrepeso u obesidad y, como sabemos, tanto el envejecimiento de la población como el aumento del sobrepreso u obesidad son retos fundamentales de nuestra sociedad”, explica a Vida y Salud Pedro José Pinés, médico especialista de Endocrinología y Nutrición en el Complejo Hospitalario de Albacete y vocal de Formación y Docencia de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
La importancia del ejercicio físico
Diversos estudios realizados recientemente apuntan que una de las claves para prevenir o retrasar la aparición de la diabetes es el ejercicio físico. Pero, en aquellas personas que ya tienen la enfermedad, hacer ejercicio es también muy importante. Tanto o incluso más que la alimentación. “Sin embargo, se trata de dos temas complejos y muy difíciles de concretar para cada paciente. Por eso es importante dar recomendaciones generales, como evitar comer grasas saturadas o azúcar refinado, pero sin entrar en mucho detalle. Y con el ejercicio, lo mismo: debemos fomentar su práctica pero con cuidado sobre qué tipo de actividades recomendar” incide Antonio Pérez, presidente de Sociedad Española de Diabetes y jefe de la unidad del Servicio de Endocrinología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona (España).
En abril de 2022, un grupo de expertos del Centro de Biología Vascular del Colegio Médico de Georgia, en Estados Unidos, publicaban en la revista científica The FASEB Journal un artículo de investigación que resaltaba los beneficios del ejercicio físico en los pacientes con diabetes. Una de las formas en las que ayuda a contrarrestar los daños de la enfermedad es mediante la activación de un sistema natural del ser humano que hace crecer nuevos vasos sanguíneos cuando los existentes han sido destruidos por la diabetes.
En su estudio, estos expertos observaron que incluso una sesión de intensidad moderada de 45 minutos de ejercicio físico ayudaba a activar el mecanismo que se encargaba de iniciar la angiogénesis, que es como se llama el proceso de generación de nuevos vasos sanguíneos.
Correr o caminar en una cinta ayuda a que los músculos se contraigan, provocando de forma derivada la liberación de exosomas, unas vesículas extracelulares que producen nuestras células, en la sangre. Estos exosomas son los que después facilitan a las células la proteína ATP7A que inicia la angiogénesis.
La dieta también se debe cuidar
La diabetes es una enfermedad que consiste en la incapacidad de nuestro cuerpo para procesar adecuadamente los azúcares de los alimentos que consumimos. Por lo tanto, controlar lo que comemos también es importante. “Las recomendaciones sobre alimentación que recibe una persona con diabetes no serán muy diferentes de las que pueda recibir cualquier persona de la población general. La dieta mediterránea es un claro ejemplo de dieta con beneficios cardiovasculares y una pequeña reducción en el aporte calórico puede ayudar a reducir el peso en aquellas personas que asocien sobrepeso u obesidad”, explica Pedro José Pinés.
A la hora de llevar a cabo la dieta, también es recomendable realizar entre cinco y seis comidas al día, con distintas cantidades según la actividad de la persona, pero sin ser abundantes para tratar de evitar los picos de glucemia. “La cantidad que debemos ingerir de cada grupo de alimentos no es fija, pero una orientación podría ser entre un 50 y un 55% de hidratos de carbono, de los cuales el 90% deberían ser complejos, un 15% de proteínas y un 30% de grasas, con bajo aporte de las saturadas y trans” añade Paula Briones, vocal de Alimentación del Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña.
Estos consejos de nutrición y ejercicio son válidos para todos los pacientes de diabetes, tanto los de tipo 1 como los de tipo 2. “Aunque el origen de un tipo y otro son diferentes, en ambos casos el control de dieta y ejercicio son fundamentales. Tenemos que ajustar los niveles de glucosa, colesterol y presión arterial, por lo que todos los alimentos que modifiquen estos valores se han de controlar. En el caso de tipo 1 además se ha de controlar mucho más la cantidad de alimentos, puesto que la dosis de insulina dependerá de esto”, añade Paula Briones.
Diagnosticar a tiempo
Uno de los retos de esta enfermedad consiste precisamente en que muchas veces se diagnostica tarde, como muy bien señala Antonio Pérez. “Casi el 40% de los diabéticos están sin diagnosticar. Esto es una dificultad que afecta sobre todo a las personas de edad media, que no suelen acudir con tanta frecuencia al sistema sanitario y que suponen una importante bolsa de pacientes sin diagnóstico”. Este experto destaca que es muy importante también el papel de las farmacias en los países en los que están integradas dentro del sistema sanitario. Así como las revisiones periódicas aunque no hayan síntomas, especialmente en personas con antecedentes de casos de diabetes en la familia.
Por: Miguel Ramudo
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