Los médicos lo recomiendan, tu cuerpo lo necesita, pero hacer ejercicio siempre se queda rezagado en tu lista de actividades. El problema podría resolverse si te decides a dar el primer paso… ¡y comienzas a caminar!
Caminar es el ejercicio ideal por su flexibilidad: se puede practicar en todas partes, es fácil y ¡es gratis! A pesar de esto, no son muchos los que están dispuestos a comprometerse a caminar regularmente. De acuerdo con el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, menos del 10 % de la población norteamericana hace ejercicio tres o cuatro veces a la semana.
Si quieres salirte de ese grupo, considera todos los beneficios que puede proporcionarte caminar 30 minutos tres a cuatro veces por semana…
- Fortalece tu corazón
- Ayuda a mantenerte en forma (quemas calorías)
- Disminuye tus riesgos de desarrollar arteriosclerosis
- Te da más energía
- Reduce el riesgo de un accidente cerebrovascular
- Disminuye tus niveles de ansiedad y estrés.
- Podría ayudarte a prevenir la osteoporosis
- Disminuye tu riesgo de desarrollar diabetes tipo 2
- Te ayuda a dormir mejor
- Fortalece tus músculos, articulaciones, ligamentos y huesos
- Disminuye tu riesgo de enfermedad arterial periférica, que es una de las causas más comunes del dolor de piernas que aumenta con los años
- Te pone en contacto con la naturaleza, te ayuda a respirar aire puro y fortalece tu respiración
- Mejora tu vida sexual. Así lo indica un estudio de mujeres entre los 45 y los 55 años de edad, el cual reveló que aquellas que hacían ejercicio, incluyendo caminatas rápidas, reportaron tener más deseo y satisfacción sexual.
- Mejora tu estado de ánimo y hasta la memoria
En vista de todos los beneficios de caminar, ¡seguro que te animas a comenzar!
Pero, ¿cómo puedes hacer para que tus caminatas sean realmente efectivas? De acuerdo al Weight Control Information Network, hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Camina con la barbilla en alto y los hombros un poco hacia atrás.
- Deja que el talón del pie toque el piso primero, luego deja que tu peso siga el movimiento hacia adelante.
- Camina con los dedos de los pies apuntando hacia adelante.
- Mueve los brazos naturalmente al caminar.
Por otra parte, para mantener tus caminatas de manera segura, trata de escoger un sitio en donde o no haya tráfico, como un parque cerca de tu casa, o en donde haya poco tráfico. También, considera que es más divertido (y seguro) si lo haces acompañado por un amigo o familiar. Desde luego que si no tienes un compañero, puedes iniciar tus caminatas solo(a). (Si tienes algún problema médico y no has estado haciendo ejercicio, habla con tu médico antes de iniciar tus caminatas).
Para caminar necesitas ropa que te mantenga seco y cómodo, como telas que absorban el sudor. También invierte en zapatillas deportivas que tengan el apoyo de arco adecuado, un tacón firme y suelas flexibles pero gruesas. Antes de comprar zapatos nuevos, camina con ellos en la tienda, para comprobar que te quedan cómodos.
A la hora de caminar, comienza poco a poco. Es decir, ve de menos tiempo a más. Comienza con caminatas de diez a quince minutos y cuando te sientas cómodo, aumenta el tiempo primero y la velocidad y la distancia después. También es importante que hagas ejercicio de calistenia (calentamiento) y ejercicios de estiramiento antes y después de caminar. Esto evita lesiones ¡y te ayudará a sentirte mejor!
No esperes más tiempo y sal a dar una vuelta. Comprueba por ti misma(o) lo divertido y beneficioso que resulta caminar.
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