La fórmula para vivir eternamente no existe, pero lo que sí está a nuestro alcance es prolongar nuestros años de vida. Así lo determina un nuevo estudio, según el cual el ejercicio físico parece ser la clave para vivir más tiempo.
Unos investigadores del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos han detectado que mantenerse activos y en forma puede aumentar la esperanza de vida de dos a siete años. La fórmula es sencilla: cuanto más ejercicio hagas, mayor será tu esperanza de vida. Y lo mejor de todo es que los beneficios son posibles sin importar cual sea tu peso.
Para llegar a estos resultados, que fueron publicados en la revista PLoS Medicine, los científicos analizaron los datos de más de 650 mil personas que habían participado en seis estudios publicados previamente. Y lo hicieron para calcular cuántos años de vida se ganaron después de los 40 años de edad, de acuerdo a varios niveles de actividad física.
Así, por ejemplo, los investigadores detectaron que tan solo un pequeño aumento en la cantidad de ejercicios, como caminar a paso vivo unos 75 minutos por semana, añadía 1.8 años a la vida, lo que implica una disminución del 19 por ciento del riesgo de muerte, en comparación con quienes no practican ningún tipo de actividad. Asimismo, la esperanza de vida aumentaba a 3.4 años de vida y a 4.2 años de vida, entre quienes caminaban de 150 a 299 minutos y de 300 a 450 minutos por semana, respectivamente.
Las ventajas del ejercicio físico fueron similares tanto en los varones como en las mujeres. Y en todos los casos se lograron estos beneficios, sin importar si las personas tenían un peso normal, si tenían sobrepeso o si eran obesos. Aunque estos últimos tenían menos expectativas de vida, el ejercicio los ayudaba a disminuir los riesgos relacionados con el exceso de peso.
Incluso, la relación entre las expectativa de vida y la actividad física fue más fuerte en las personas que tenían antecedentes de enfermedades del corazón y cáncer que entre las personas sanas. De todos modos, el mayor aumento en la esperanza de vida -¡que fue de más de siete años!- se observó en las personas que eran activas rutinariamente y que tenían un índice de masa corporal (IMC) recomendado (es decir, sin sobrepeso).
En cualquier caso, los resultados fueron claros: aunque sea un poco, el ejercicio puede prolongar la vida de cualquier persona. Por eso ya no hay excusas para dejar de poner tu cuerpo en movimiento, pues estos datos se suman a los varios estudios que se refieren a las ventajas de la actividad física para la salud.
Se ha demostrado que el ejercicio ayuda a mantener el peso deseado, a fortalecer los huesos, los músculos y las articulaciones, a disminuir el estrés y mejorar el humor y el estado de ánimo, a mantener la buena memoria, a evitar o controlar la diabetes y a reducir el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades, como las del corazón y ciertos tipos de cáncer. Es decir, no sólo puede mejorar tu calidad de vida, ahora también se ha comprobado que puede extenderla. ¿Qué esperas? Hoy es el día perfecto para comenzar tu nueva rutina de ejercicios y con ella la extensión de tus años de vida.
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