Para eliminar esos kilos o libras de más que se han ido acumulando en tu vientre, los ejercicios aeróbicos han demostrado ser más efectivos que los de resistencia. Aquí te contamos lo que encontró un grupo de investigadores estadounidenses al respecto, y por qué reducir la grasa abdominal es mucho más que una cuestión estética.
Preocupado por su “pancita de cerveza”, Pablo comenzó a ir al gimnasio a usar todas las máquinas con pesas que su condición física le permitía mínimo veces por semana. Al cabo de un tiempo, empezó a notar más definición en los músculos, pero una reducción muy pobre en la circunferencia del abdomen relacionada a tanto cansancio y esfuerzo.
A Rocío le ocurrió algo similar. Como es más tímida que su compañero, empezó a hacer series de abdominales en la intimidad de su casa, cuando estaba sola. Primero diez por día, luego veinte, luego treinta y así fue agregando cada vez más, pero el tiempo pasaba y, si bien se notaba con más resistencia y un vientre un poco más plano, no lograba perder toda la grasa abdominal que esperaba.
Observando las actividades de sus amigos y conocidos, Pablo decidió bajarse un poco de las máquinas de pesas para combinarlas con la cinta de correr. Rocío se dejó convencer por una amiga y — aunque sigue haciendo los abdominales en su casa — comenzó una clase de gimnasia rítmica que le resulta súper entretenida.
Ahora, no sólo se divierten más sino que ambos se sienten más livianos y, posiblemente, también logren reducir la grasa abdominal (que resulta tan difícil de eliminar) en mucho menos tiempo. De ser así, los casos de Pablo y de Rocío serían una prueba más que confirma lo que varios estudios ya han demostrado al respecto.
¿A qué nos referimos? A que los ejercicios aeróbicos parecen ser más efectivos a la hora de buscar un vientre plano y delgado. Así lo habían demostrado algunos estudios, y lo volvió a confirmar una nueva investigación desarrollada por unos especialistas del Centro Médico de Duke University, en Estados Unidos, que fue publicada en la revista American Journal of Physiology.
Según este último trabajo, los ejercicios aeróbicos permiten quemar 67 por ciento más calorías que el entrenamiento con resistencia. Para llegar a estos resultados, los investigadores compararon la eficacia de los ejercicios aeróbicos (como trotar) con el entrenamiento en resistencia (como levantar pesas) o una combinación de ambas actividades en 196 adultos sedentarios y con sobrepeso, que tenían entre 18 y 70 años de edad, durante ocho meses.
Los participantes del grupo de los ejercicios aeróbicos trotaron el equivalente a 19 kilómetros o 12 millas por semana, al 80 por ciento de la tasa cardiaca máxima, mientras que los integrantes del grupo de ejercicios de resistencia hicieron tres series de doce repeticiones, tres veces por semana.
Así, los investigadores observaron cómo estos tipos de ejercicio reducían la grasa que se encuentra en la profundidad del abdomen y rellena los espacios entre los órganos internos, llamada grasa visceral y del hígado, que se asocia con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas, diabetes y algunos tipos de cáncer.
Tras analizar los datos obtenidos, encontraron que los ejercicios aeróbicos redujeron significativamente la grasa visceral y del hígado y mejoraron los factores de riesgo de las enfermedades cardiacas y la diabetes, así como la resistencia a la insulina, las enzimas hepáticas y los triglicéridos. Por el contrario, el entrenamiento en resistencia no confirió esos beneficios pero la combinación de ambos ejercicios sí logró resultados similares.
De este modo, los ejercicios aeróbicos o una combinación de ambos, tal como están haciendo Pablo y Rocío, no sólo pueden ayudarlos a perder esos kilos o libras de más sino también a combatir todos los problemas de salud que se asocian al exceso de grasa abdominal.
El ejercicio es una parte importante de tu salud, y si los acompañas con una dieta sana apropiada para tu estatura y tu grado de actividad, serán mucho más efectivos. Complementa tu rutina de ejercicios con la dieta apropiada: rica en frutas, verduras, granos integrales, lácteos bajos en grasa, pescado, aves, carnes magras, etc. que no sea excesivamente baja en calorías para que tengas suficiente energía y fuerza para ejercitarte. Recuerda beber bastante agua para mantenerte bien hidratado(a). Junto a todo esto, no te olvides de descansar suficiente. Verás cómo tu cuerpo demuestra la diferencia, no sólo con más energía sino con un vientre mucho más plano, que además, es más saludable.
Publicación original: 2012
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