El maltrato o acoso escolar que se presenta muy comúnmente durante los años escolares no sólo produce daños emocionales a las víctimas y a los victimarios, sino que también los pone en riesgo de conductas que atentan contra su salud, como el sexo sin protección y bajo los efectos de sustancias. Un nuevo estudio encontró que los acosadores escolares son más propensos a caer en dichas conductas.
Las formas de maltrato psicológico, verbal y físico que se pueden presentar entre los compañeros de la escuela, son conocidas como acoso escolar, hostigamiento escolar, o matoneo escolar. En inglés, el término que se usa para describir el abuso o acoso de un agresor hacia su víctima durante un largo período de tiempo, se conoce como bullying.
Sin duda, es una forma de violencia lamentable entre los jóvenes que al considerarse “más fuertes” que otros, pueden someter a sus compañeros a violencia que les trae consecuencias psicológicas graves, que incluyen nerviosismo, fobia a la escuela, soledad, tristeza y hasta pensamientos suicidas. El aislamiento social, la burla a través de las redes sociales, etc., son formas de acosar que se presentan en los adolescentes.
Pero, ¿qué características tienen los acosadores? Se ha estudiado por años si sufren de algún trastorno de la personalidad grave y se sabe que sufren de trastornos psicológicos y falta de empatía. Además, un estudio nuevo encontró que los acosadores que también han sido víctimas de agresiones, son más propensos a involucrarse en actividades sexuales riesgosas.
La investigación, realizada por unos especialistas de la Universidad de Boston y publicada en la revista Pediatrics, se realizó entre más de 8,600 estudiantes de secundaria.
Los resultados mostraron que, en general, el sexo casual (con personas que no conocían o acababan de conocer) o bajo los efectos del alcohol o drogas eran más comunes entre los adolescentes acosadores que entre otros jóvenes.
Cerca del 6 por ciento de los adolescentes que respondieron a la encuesta propuesta por los investigadores, admitieron ser acosadores y otro 6 por ciento dijeron ser víctimas del acoso. Cuando se les preguntó acerca de los comportamientos sexuales riesgosos, uno de cada cuatro acosadores y uno de cada 5 acosadores que también fueron víctimas dijeron haber tenido sexo casual. En comparación, sólo el 8 por ciento de las víctimas de acoso y el 7 por ciento de los jóvenes que no han tenido ningún rol en el acoso escolar tuvieron sexo con personas desconocidas o que acababan de conocer.
Las relaciones sexuales bajo la influencia del alcohol se reportaron en un 34 por ciento de los acosadores, 23 por ciento en acosadores víctimas de acoso y sólo en 11 por ciento y 12 por ciento entre víctimas y adolescentes que no habían tenido experiencia con el hostigamiento escolar.
Para los autores del estudio, estos hallazgos son indispensables para entender las diferentes maneras en la cuales el acoso escolar o matoneo escolar afecta a la juventud y puede ayudar a diseñar estrategias para ayudar a prevenir que se involucren en actividad sexual riesgosa.
Para otros especialistas que opinaron sobre el estudio, no cabe duda de que los resultados hacen un llamado para que por fin se reconozca al matoneo o acoso sexual como un problema de salud que debe ser visto desde muchos ángulos para poder actuar y prevenir sus terribles consecuencias.
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