Que los pequeños tengan un peso saludable tiene que ver con su dieta, pero además, con el ambiente que se respira en la mesa a la hora de comer. Un estudio reciente demuestra que el comer en familia en un ambiente alegre y positivo, y en compañía de los dos padres, influye directamente en tener un peso más sano. No dejes de leer este interesante artículo.
Tener un peso sano tiene mucho que ver con la dieta, el nivel de actividad y en parte, la genética. Sin embargo, además de esos factores, el ambiente que reina en la mesa, tiene una influencia importante.
Si en tu mesa se respira positivismo y tranquilidad, y se comparte la comida con la familia, es más probable que los niños tengan un peso sano. En cambio, los niños que tienen problemas de obesidad, por lo general comen en ambientes más caóticos y negativos.
Es lo concluyó un estudio realizado por unos psicólogos de la Universidad de Minnesota en Estados Unidos, luego de observar videos grabados de comidas familiares de más de 120 familias.
En concreto, se encontró que los niños que comen en familia mientras sostienen conversaciones agradables y positivas, y donde no se producen alboroto cuando los niños no se comportan, son menos propensos a ganar peso adicional.
En contraste, los niños que sufren de sobrepeso viven en hogares donde el ambiente es menos positivo a la hora de comer y se presentan más escenas caóticas. En general, la negatividad en la mesa, está asociada a la obesidad.
Según los investigadores, no es recomendable que los padres usen la hora de la comida como una oportunidad para aleccionar a sus hijos o hablar de problemas familiares. Aconsejan, como se vio en los resultados, dedicar el momento de comer para relacionarse, conectar y disfrutar de la compañía de la familia.
Pero además del ambiente que reina en la mesa, el lugar donde se come es también determinante. Específicamente, el 30 por ciento de los niños pasados de peso comían en habitaciones diferentes al comedor, como la sala de estar.
En cambio, el 80 por ciento de los niños con peso saludable, comían en la cocina algo que sólo sucedió en el 55 por ciento de los casos de los niños con sobrepeso.
Este estudio, publicado en la revista Pediatrics, recalca lo que otros estudios ya habían encontrado al respecto: que las comidas familiares reducen el riesgo de la obesidad infantil.
Basado en esto, considera que comer en familia y hacerlo en un ambiente positivo influye no sólo en la salud mental de tus hijos sino en su manera de relacionarse con la comida.
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