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El calentamiento global está creando las condiciones ideales para que las infecciones se diseminen más fácilmente, para aumentar las enfermedades crónicas, para empeorar el hambre, para aumentar los problemas de salud mental y muchos otros problemas que empeoran no sólo la salud sino la calidad de vida. Es una amenaza de la que debemos estar alerta y actuar. Aquí encontrarás más información.

Según la revista médica The Lancet, el cambio climático es la mayor amenaza para la salud global que enfrenta el mundo en el siglo XXI. Pero también es la mayor oportunidad para redefinir los determinantes sociales y ambientales de la salud. Esta revista acaba de publicar su sexto reporte anual acerca del impacto del cambio climático en nuestra salud, el 20 de octubre del 2021. Resume las conclusiones de investigadores de 43 instituciones académicas y agencias de las Naciones Unidas. Estos expertos y agencias examinaron la relación entre la salud y los cambios en el clima en cinco áreas, utilizando más de cuarenta indicadores.

De acuerdo con la autora principal y directora del estudio, la Dra. Marina Romanello Ph.D., “Todos los indicadores del cambio climático en relación con la salud tienen una tendencia ascendente, las cosas están empeorando muy rápidamente”.

Según Romanello, “Los gobiernos están gastando billones de dólares para recuperarse de la pandemia del COVID-19. Esos fondos se podrían usar para emprender un camino de bajas emisiones de carbono más seguro y saludable. Sin embargo, se espera que menos de uno de cada cinco dólares se orientará a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, y el impacto general es probable que sea negativo. Como resultado, nos estamos recuperando de una crisis de salud de una manera que pone en riesgo nuestra salud”. 

Según los autores del reporte es posible responder al calentamiento global y a la pandemia simultáneamente y, según los investigadores, la de-carbonización rápida podría prevenir 3,3 millones de muertes atribuidas a la contaminación, así como 842.000 muertes asociadas al exceso en el consumo de carne roja.

El aumento de las temperaturas ha provocado tasas más altas de enfermedades causadas por el calor, lo que ha provocado que los trabajadores agrícolas se desmayen en los campos y que las personas mayores mueran en sus apartamentos. Los insectos portadores de enfermedades tropicales se han multiplicado y se han diseminado hacia los polos. La cantidad de polen de las plantas en el aire está aumentando, empeorando el asma y otros problemas respiratorios. Las inundaciones extremas y las tormentas catastróficas han aumentado el riesgo de cólera y otras enfermedades transmitidas por el agua. El humo de los incendios en algunos estados como California se infiltra en los pulmones y luego en el torrente sanguíneo de personas tan lejanas como Texas, Ohio y Nueva York. Los incendios han sucedido en otros países como Australia y Grecia también. Las sequías se intensifican, las cosechas fallan, el hambre acecha a millones de las personas más vulnerables del mundo.

Gran parte de lo que se necesita para detener el calentamiento global es disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin reducciones rápidas en las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento del clima, se espera que el planeta se caliente hasta un punto en el que gran parte de él se vuelva apenas habitable, con los océanos expandiéndose e invadiendo las ciudades y devastadores desastres naturales convirtiéndose en algo común.  De acuerdo con las promesas de los países en base al acuerdo climático de París, las temperaturas promedio están en camino de aumentar en un catastrófico 2,7 grados Celsius (4,9 grados Fahrenheit) para fines de siglo. El planeta ya se ha calentado alrededor de 1,2 grados Celsius (2,2 grados Fahrenheit) desde la era preindustrial. Los límites acordados por los países no son suficientes para prevenir un calentamiento desastroso.

Los expertos estiman que el número de muertos causados por cambio climático superará al del COVID-19, a menos que se tomen medidas drásticas para evitar un mayor calentamiento.

Entre varios de los efectos negativos del calentamiento global, el reporte en The Lancet mencionó los siguientes:

  • Hasta el 19% de la superficie terrestre mundial se vio afectada por una sequía extrema en un mes determinado. Este indicador no había sido más del 13% de 1950 a 1999.
  • Un aumento de las condiciones de sequía amenaza la seguridad del agua y la productividad de los alimentos y aumenta el riesgo de incendios forestales y la exposición a contaminantes.
  • Las temperaturas récord en 2020 afectaron especialmente a las personas mayores de 65 años y a los niños menores de 1 año. Las personas de bajos recursos y las personas de color también están en mayor riesgo. Las temperaturas récord en el noroeste del Pacífico de los Estados Unidos y Canadá en el verano de 2021 hubieran sido “casi imposibles sin el cambio climático causado por el hombre”.
  • El aumento en el calentamiento global da como resultado un menor rendimiento de los cultivos, lo que estresa los sistemas alimenticios.
  • Este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) descubrió que poco más de la mitad de los países que respondieron a su encuesta (37 de 70) contaban con una estrategia nacional de salud y cambio climático. Ese número no ha aumentado desde 2018. Los obstáculos citados fueron la falta de finanzas, la falta de personal calificado, la falta de investigación y evidencia, y las restricciones del COVID-19.
  • Sólo el 0,3% de la financiación total para la adaptación al cambio climático se ha destinado a los sistemas de salud.
  • El cambio climático crea las condiciones ideales para la propagación de las enfermedades infecciosas, como el dengue, el chikungunya, el Zika, la malaria y el cólera, lo que potencialmente deshace décadas de progreso que se ha logrado en el control de estas enfermedades.

De acuerdo con los investigadores del reporte se requieren inversiones urgentes en investigación y adaptación para la protección de todos, especialmente las poblaciones más vulnerables. Y se deben tomar medidas para reducir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero con el fin de “garantizar un futuro más adecuado para todos”.

Todos podemos hacer algo al respecto. Empezando por asegurarnos que nos informemos y evitemos los mitos y la desinformación. Segundo, a nivel personal, podemos procurar disminuir nuestros viajes en avión y en automóvil (cuando sea posible), procurar reducir nuestra exposición a la contaminación del aire, disminuir el consumo de carne roja, reciclar, etc. Esto ayudará a mantener no sólo el planeta sino nuestra salud y la salud de nuestros hijos, sus hijos, y nuestras comunidades en mejores condiciones. 

 

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Imagen: ©Shutterstock / Jelena Stanojkovic

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