La tanatóloga Sofía Vega nos explica que el duelo por la pérdida física de un ser querido puede afectarnos de tres diferentes formas: si la persona que se encuentra en duelo está enferma, es más vulnerable emocionalmente; por la historia de vida que pueda tener la persona que está en duelo con la persona que murió y por la manera en que se presentó la muerte.
Advierte Vega que suele pesar más el vínculo afectivo que el parentesco y en algunos casos pueden presentarse sentimientos distintos a la tristeza, como rabia o culpa.