Al mirar de frente a tu hijo, de pronto te das cuenta de que uno de los párpados se ve más “caído” que el otro… No te alarmes ni pienses que se trata de un caso “raro” o que solamente les pasa a las personas mayores. Gracias a un estudio reciente, los médicos saben en qué proporción el párpado caído afecta a los niños. Aquí te decimos también cómo se detecta y cómo se trata.
Marisa se quedó sorprendidísima el día que notó algo extraño en la cara de su hija. “¿Son ideas mías o la niña tiene un párpado más bajo que el otro?” Se comunicó rápidamente con el pediatra quien le explicó que el párpado caído (o ptosis) ocurre cuando el músculo responsable de levantar el párpado se debilita y no puede hacer su trabajo correctamente. Las causas de su debilitamiento pueden ser de nacimiento, a consecuencia de lesiones o enfermedades que la persona sufre posteriormente en la vida, o, lo que es más común en los adultos, por envejecimiento.
¿Has detectado algún cambio en los párpados de tu hijo? Además de la inclinación obvia del párpado, la persona con ptosis (el párpado caído) puede tener los siguientes síntomas también:
- tendencia a arrugar la frente e inclinar hacia atrás la cabeza para ver mejor
- aumento del lagrimeo en uno o los dos ojos
- dificultades con la visión
Si éste es el caso de tu niño(a), llévalo lo antes posible a un oftalmólogo (médico especializado en los ojos) para determinar la causa del problema y establecer el tratamiento adecuado.
No te desesperes ni creas que tu hijo es un caso aislado: un nuevo estudio indica que el párpado caído afecta a uno de cada 12.500 niños, lo que confirma la cifra estimada ya por los especialistas. El estudio fue dirigido por el Dr. Brian Mohney, oculista pediátrico de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, y sus resultados se publicaron en la revista Ophthalmology.
El equipo de especialistas encabezados por Mohney revisó las historias clínicas de varios pacientes menores de 19 años con párpado caído diagnosticado entre 1965 y el 2004 en el condado de Olmsted, Minessota. Durante ese período de 40 años, se les diagnosticó el trastorno ocular a 107 chicos, 81 de los cuales habían nacido con el párpado caído.
Aunque sepas que es un padecimiento relativamente común, no demores en actuar. Es importante que acudas al especialista lo antes posible para que se le realicen las pruebas necesarias y para determinar cuanto antes el tratamiento adecuado. Según los expertos como el Dr. Mohney, el párpado caído suele afectar a un solo ojo, pero también puede presentarse en ambos. En algunos casos extremos, la caída del párpado es tan marcada que no les permite a los niños ver correctamente, aun cuando levantan el mentón. Cuando la ptosis (el párpado caído) interfiere con la visión, se corrige mediante cirugía, eliminando de esta forma la disfunción (el mal funcionamiento) de los músculos elevadores del párpado. Si la caída del párpado es consecuencia de otras condiciones—como por ejemplo, la diabetes—, entonces el especialista tratará esa causa para eliminar el efecto.
Si no se atiende a tiempo, existe el peligro de que los niños desarrollen lo que se conoce como “ojo perezoso” precisamente en el ojo afectado. Al perpetuarse el problema, se debilita la visión y el trastorno puede volverse permanente.
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