El perro es el mejor amigo del hombre, pero es mucho mejor amigo de la salud de los niños. Cuando se trata de combatir la obesidad, el perro puede ser un excelente aliado para ayudar a tus hijos a mantenerse en forma mientras juegan y se divierten.
María José pidió la Navidad pasada un regalo muy especial: un perrito. Sus papás al principio lo dudaron, puesto que tener un perro en casa exige mucha responsabilidad. Sin embargo, ahora que ya lo tienen entre su familia, no se arrepienten de su decisión. ¿La razón? María José estaba un poco pasada de peso y ahora con el perro, no hace más que jugar y pasa todo el día en movimiento. ¿Será que gracias a su nuevo amigo, podrá quemar más calorías y perder algunos kilos (libras) de más?
Parece ser que sí. Es una realidad que los niños gastan más calorías y están más activos cuando tienen un perro en casa. Esta teoría que parece un consejo de abuelas o de esa tía fanática de las mascotas, ha sido comprobada por unos investigadores de la Universidad de Saint George de Londres, que analizaron a más de 2000 niños de entre 9 y 10 años de edad que tenían problemas de obesidad.
Ellos descubrieron que cuando las familias tenía un perro, el nivel de actividad física de los niños aumentaba y, por lo tanto, su sobrepeso disminuía.
Algo similar había sido probado por otros investigadores que evaluaron a unos adultos. Pues el mejor amigo del hombre puede ser un compañero siempre listo para realizar caminatas y paseos.
Algunas personas no quieren tener mascotas y dudan de las ventajas que esta compañía pueda brindarle a los niños, básicamente por temor o por cuestiones higiénicas. Sin embargo, cada vez se encuentran más beneficios de tener un perro.
Así, por ejemplo, como te contamos en otro artículo, un estudio reciente sugiere que tener un perro desde muy temprana edad ayudaría a evitar el desarrollo de alergias (y asma) en los niños (algo que no ocurre con los gatos).
Por supuesto, habrá que seguir ciertas normas de higiene en el hogar al convivir con una mascota. Además, dependiendo de la raza o el tipo de perro del que se trate, hay que tener cuidado con posibles mordeduras. Pero en general, las mascotas se acostumbran a vivir con los niños e incluso pueden ser protegerlos.
La obesidad infantil es un tema que les preocupa a muchos padres, sobre todo cuando sus hijos comienzan a tener reuniones de amigos y otros eventos sociales en los cuales se hace difícil controlar la comida mientras que abundan las golosinas y las sodas que tanto se les apetecen a los niños.
Para evitar que los niños se vuelvan obesos, una de las cosas principales que puedes hacer (además de tener un perro) es educarlos para que tengan una alimentación más sana y hábitos más saludables, al menos en la casa.
Así, por ejemplo, algunas recomendaciones que puedes tener en cuenta a la hora de pensar en la salud de tus hijos son:
- Incluye más frutas y verduras y menos alimentos fritos y golosinas en su dieta.
- Motívalos a pasar menos tiempo en frente de una pantalla y más tiempo paseando, jugando o realizando actividades que involucren actividades físicas.
- Elimina el consumo de bebidas azucaradas, como jugos y sodas, tan atractivas para los niños. Lo ideal es estimular el consumo de agua. En todo caso, selecciona las bebidas sin azúcar o los jugos 100% naturales.
- Enseña con tu ejemplo. Los niños adoptarán buenos hábitos de salud si los padres les dan suficiente importancia en el hogar.
Siguiendo estos consejos y con la compañía de un perro, podrás aportar mucho a la salud de tus hijos y combatir la obesidad infantil, que es un problema que no hay que ignorar.
Así que si tu hijo/a te pide un perro, considera la posibilidad poniendo en una balanza los beneficios que trae para su salud y la de toda la familia.
Imagen © Pixabay.com / Mondisso