Aquí tienes otra prueba del poder del ejercicio diario. Un estudio nuevo ha encontrado que aun cuando el consumo de calorías es superior al gasto, el efecto de ese exceso en el cuerpo no es tan nocivo si haces ejercicio. Sigue leyendo y descubre más detalles sobre este hallazgo.
Una de las excusas para no hacer ejercicios que escucho más frecuentemente entre mis pacientes es la falta de tiempo a lo que siempre les respondo que no es necesario disponer de dos o tres horas seguidas, ya que sólo media hora de actividad al día puede ser suficiente para obtener beneficios para la salud.
Ahora, un estudio desarrollado por unos investigadores de la Universidad de Bath, en Inglaterra, detectó que el efecto del exceso en el consumo de calorías es menor cuando se hace ejercicio diariamente, al menos durante un período corto de tiempo.
Para llegar a estos datos, que fueron publicados en línea en el medio The Journal of Physiology, los científicos evaluaron a un grupo de 26 hombres jóvenes saludables, que no eran obesos y que hacían ejercicio regularmente. De acuerdo a una evaluación de salud inicial, que incluyó biopsias de tejidos grasos, se aseguraron de que los participantes tuvieran un metabolismo saludable y un nivel de glucemia (azúcar) en la sangre normal sin síntomas incipientes de diabetes.
Entonces, ¿qué hicieron los investigadores? Les pidieron a los participantes que se volvieran menos saludables, es decir, que consumieran más calorías que antes. Entonces, los dividieron en dos grupos, a uno le indicaron que ejercitara a diario, específicamente, que corrieran en una cinta todos los días, durante 45 minutos, a una velocidad moderadamente intensa; y al otro grupo, le pidieron que no hicieran ningún tipo de actividad física en particular.
En ambos casos les pidieron que no fueran tan activos como hasta ese momento, específicamente, que no caminaran más de 10 mil pasos en promedio ni menos de 4 mil, contados con cuentapasos (sin considerar el tiempo de ejercicio indicado, en el caso del grupo que debía correr por 45 minutos).
Al mismo tiempo, les indicaron a ambos grupos que comieran más que de costumbre. A quienes no ejercitaban, les dijeron que aumentaran su consumo de calorías en un 50 por ciento, mientras que al grupo que sí ejercitaba les pidieron que consumieran un 75 por ciento más calorías que antes, de modo que un 25 por ciento de esas calorías se quemaban durante el ejercicio.
De esta forma los investigadores querían determinar si el ejercicio físico tenía otros efectos además del consumo calórico, y ciertamente lo probaron. El resultado fue que, luego de los siete días que duró este experimento, cuando los participantes de ambos grupos volvieron al laboratorio para que se les volvieran a medir sus datos de salud, los investigadores encontraron que los hombres jóvenes que no habían ejercitado mostraban una disminución significativa de su estado de salud, tanto en el control del azúcar en la sangre como en la biopsia de las células grasas.
Por el contrario, los voluntarios del grupo que ejercitó una vez por día no mostraban esas señales, a pesar de haber consumido más calorías que antes de comenzar el estudio. Su niveles de azúcar en la sangre permanecían saludables y las células grasas mostraban muchas menos alteraciones que las que se vieron en el grupo de los hombres sedentarios.
Según los científicos, estos hallazgos sugieren que los efectos en el metabolismo de comer de más y permanecer inactivos son múltiples, pero que solamente un poco de ejercicio puede disminuir esos efectos, aunque todavía falta saber cómo o por qué ocurre esto.
En base a estos hallazgos, tienes un motivo más para establecer alguna actividad física regular. No te esperes a tener mucho tiempo libre para ejercitar. Aprovecha ese ratito que tienes desocupado entre una actividad y otra, para ponerte en movimiento y para mejorar tu calidad de vida.
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