Todos necesitamos tener cierto nivel de potasio en la sangre, ya que este mineral que obtenemos de varios alimentos le permite al cuerpo funcionar normalmente. En la actualidad, a las personas que han sufrido un ataque cardíaco se les recomienda que su nivel de potasio se mantenga dentro de un rango determinado, pero un estudio cuestiona el límite máximo y sugiere mantenerlo un poco más bajo. En este artículo te contamos más detalles sobre este hallazgo.
“Ni muy muy, ni tan tan”. Este tradicional dicho popular que se refiere a la búsqueda del equilibrio se ve una vez más probado en nuestra dieta. En este caso se trata del potasio, un mineral que el cuerpo necesita para funcionar normalmente ya que, por ejemplo, ayuda a los nervios y a los músculos a comunicarse y a trabajar en conjunto, permite que fluyan los nutrientes dentro de las células y ayuda a expulsar los desechos de ellas, así como a contrarrestar algunos de los efectos nocivos del sodio (sal) sobre la presión arterial. Por si fuera poco, ayuda en la síntesis de las proteínas, en el metabolismo de los carbohidratos y es esencial en la actividad eléctrica del corazón.
Un estudio demostró que los pacientes que han sufrido un ataque cardiaco cuyos niveles de potasio en la sangre se mantienen dentro de cierto rango, tienen menos probabilidades de morir que aquéllos cuyos niveles del mineral están por debajo o por encima de ese rango.
Actualmente, las recomendaciones para las personas que han sufrido un ataque cardíaco son que el nivel de potasio se mantenga entre 4 y 5 mEq/L (o sea, a miliequivalentes por litro) y a veces llega hasta 5,5 mEq/L. Sin embargo, este estudio que fue publicado en la edición del 11 de enero de la revista especializada Journal of the American Medical Association ha encontrado que la tasa de mortalidad para los pacientes que tenían entre 3,5y 4,5 mEq/L en la sangre era similar, pero aumentaba mucho al superar ese nivel y, sobre todo, al llegar a 5 mEq/L o más.
Para llegar a estas conclusiones los investigadores de la Facultad de Salud Pública Rollins de la Universidad de Emory, en Atlanta, Estados Unidos, analizaron los datos de casi 39.000 pacientes que habían sufrido un ataque cardiaco y que fueron admitidos en 67 hospitales de ese país entre los años 2000 y 2008, de los cuales casi el siete por ciento murió mientras estaba hospitalizado.
Si bien hacen falta más investigaciones al respecto, los especialistas consideran que no hay necesidad de aumentar los niveles de potasio a más de 4,5 mEq/L en los pacientes que han sufrido un ataque cardíaco, así como es “razonable” evitar los niveles de potasio muy bajos (menos de 3.5 mEq/L).
La mayoría de las personas obtiene el potasio que necesita de los alimentos. ¿Sabes cuáles son sus principales fuentes? Entre estas se encuentran en:
- Las verduras de hojas verdes y las coles, como la acelga, la espinaca, el brócoli y los repollitos (o coles) de Bruselas.
- Varias frutas como las uvas (y las uvas pasas o pasas), las moras, los albaricoques (duraznos), los plátanos (bananos), los dátiles y el kiwi. También las frutas cítricas, como las naranjas y las toronjas o pomelos (y sus jugos).
- Los vegetales de raíz o tubérculos como las zanahorias, la remolacha (betabel o betarraga), las papas (patatas), las batatas (boniato dulce o camote) y las calabazas (ahuyama).
- El tomate en todas sus formas: natural, en salsa, puré o jugo.
- El aguacate (palta), los guisantes (arvejas, chícharos) y frijoles (porotos, frejoles, habichuelas) secos y las nueces.
Pero piensa que éstas son sólo algunas fuentes de potasio y todavía hay más que no nombramos en esta lista, para que no se haga tan extensa. Por eso, es raro que una persona no tenga suficiente potasio para sentirse bien, aunque a veces es posible que eso ocurra. En esos casos, el médico puede indicarte que tomes suplementos de potasio.
El extremo opuesto, es decir, tener demasiado potasio en la sangre, también puede ser perjudicial, sobre todo luego de haber sufrido un ataque al corazón (por lo que encontraron en este nuevo estudio) o si tienes problemas de riñón, por ejemplo, en que no se puede eliminar bien el potasio. Si este es tu caso, consúltalo con un especialista y revisa con él o ella la dieta especial que te ha recomendado, para poder seguirla correctamente y asegurarte de que llevas una alimentación saludable que pueda ayudarte en tu recuperación y a mantener el nivel de potasio en la sangre que necesitas.
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