Está comprobado que las personas comen mucho más si les sirven una porción de comida grande. Así que no hay que ser un experto para darse cuenta, por sentido común, que una dieta balanceada depende en gran parte del tamaño de las porciones. ¡No te excedas! Aprende cómo medir las porciones adecuadas de alimentos y recuerda que en este caso, el tamaño sí importa.
Cuando vas a comer a un restaurante y pides una ensalada, piensas que estás eligiendo una opción sana. Pero cuando el mesero llega con tu pedido y casi no puede poner el plato en la mesa de lo grande que es, te hace dudar. ¿Cómo puedo comerme una ensalada tan grande? ¿es acaso para 4 personas? Al final, siempre terminas recriminándote por no haber pedido algo para compartir.
Esto sucede mucho en Estados Unidos, un país en el que las porciones de comida son en ocasiones enormes. Las investigaciones demuestran que la gente come más cuando las porciones son más grandes. Puede que tú hayas pensado que esa ensalada era demasiado grande para ti, pero al final, terminaste comiéndotela toda. Sucede con frecuencia.
En nutrición, una de las palabras claves es “porción”. Pero no mucha gente sabe cuál es el tamaño de las porciones de comida que son saludables. Así que sigue leyendo y empieza por darte a una idea de cuáles son los tamaños adecuados de una porción. Si se te dificulta medir porque no tienes los instrumentos para hacerlo, usa analogías visuales. Por ejemplo:
- Una porción de pasta o cereal (1/2 taza) es equivalente a una pelota de béisbol
- Una porción de pescado (3 onzas / 85 gr) equivale a una baraja de cartas
- Una porción de frutas (1/2 taza) equivale a una pelota de tenis
- Una porción de mantequilla (1 cucharadita) equivale a un dado.
- Una porción de papa al horno o batata (camote) equivale al mouse o ratón de tu computadora
- Una porción de helado (1/2 taza) equivale a un bombillo o foco
Con estas analogías puedes ir aprendiendo poco a poco a medir la porción de lo que comes. Si te encanta cocinar o salir a cenar, siempre debes tener el tamaño de las porciones en mente. Sigue algunos de estos consejos para que no te pases de la porción recomendada para llevar una dieta saludable.
- En lugar de servir la comida en la mesa, hazlo en la cocina. Así si te dan ganas de repetir, no tendrás la comida tan al alcance y lo pensarás dos veces.
- Si estás comiendo comida que viene en una caja, no la comas así. Sírvete una porción en un plato y aparta la caja.
- A la hora de “pecar” con tu bocadillo favorito, opta por comprar los que vienen en porciones individuales.
- Come en un plato más pequeño. Así parecerá que estás comiendo más cuando en realidad estás respetando las porciones. Sí, es un efecto psicológico, pero ¡ayuda!
- Cuando comas fuera de casa, planea de antemano comerte sólo la mitad del plato que ordenes. Recuerda que en Estados Unidos las porciones son inmensas. O puedes compartirlo con alguien más.
- Tómate el tiempo de saborear la comida, ver sus colores, olerla y masticarla despacio. Entre un bocado y otro puedes hablar con tu pareja, familia o quienes te acompañen en la mesa y así podrás saborear, disfrutar y registrar más claramente cuándo ya estás satisfecho o satisfecha.
Respetando las porciones indicadas de los alimentos podrás aprender a comer mejor y llevar una dieta balanceada, mientras disfrutas de una variedad de alimentos deliciosos.
Ponte a prueba y la próxima vez que cocines o salgas a comer, ten presente las analogías visuales de los tamaños de las porciones y comparte tu conocimiento con tus familiares y amigos. ¿Por qué no? Recuerda que ¡el secreto está en las porciones!
Actualización de un artículo originalmente publicado en el 2010.
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