Mucha gente se ha olvidado del SIDA y ha dejado de tomar las precauciones necesarias para evitar contagiarse con el VIH, el virus que lo propaga. Pero aunque el SIDA ya es tratable y no es en sí una condena de muerte, el VIH afecta tu sistema inmune (de defensas) y te hace más vulnerable a otras infecciones y enfermedades que ponen en riesgo tu vida.
Recuérda que el virus se transmite a través de los líquidos de alguien que ya está infectado (semen, sangre, flujo vaginal, secreciones del pene, leche materna). Cuando alguno toca tu boca, vagina, ano, pene o una herida abierta en cualquier parte de tu cuerpo, te puedes infectar.
Para evitar el contagio, usa un condón si tienes relaciones sexuales con una persona infectada o con alguien cuya historia sexual no conozcas y no compartas jeringas con nadie.