Un estudio reciente halló que el yogurt (yogur) ayuda a mantener a raya los niveles de la presión arterial. Descubre más detalles sobre este hallazgo y las propiedades nutricionales de este milenario y exquisito alimento que hoy invade los estantes de los supermercados con opciones para todos los gustos.
El yogurt se destaca por sus componentes nutricionales y los beneficios que puede aportarle a la salud. Un estudio reciente encontró cierta relación entre los niveles de la presión arterial y el consumo de este exquisito y milenario alimento, que hoy puedes elegir entre una amplísima variedad de texturas y sabores: los hay ligeros, casi líquidos, o más densos, de tipo griego, cremosos, descremados, sin azúcar, con cereales, con frutas y la lista continúa.
Pero volvamos al punto de la salud. Según un análisis que fue presentado en una Reunión Anual de la Asociación Americana de Investigación de la Hipertensión que se realizó en Washington, Estados Unidos, quienes comían apenas una porción de yogurt bajo en grasa cada tres días tenían 31 por ciento menos posibilidades de sufrir de presión alta.
Recuerda que la presión arterial (que es la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias y se mide de acuerdo a como el corazón bombea la sangre) debe mantenerse dentro de ciertos valores para que se considere normal o aceptable: para un adulto en reposo, entre 120 de presión máxima o sistólica y 80 de presión mínima o diastólica. De otro modo, puede ser riesgosa para la salud, en especial del corazón.
Para llegar a esas conclusiones (que deben ser consideradas como preliminares hasta que sean aprobadas por una revisión más amplia de colegas médicos), el grupo de investigadores de la Universidad de Tufts, en Boston, analizó los datos de 2,100 adultos durante 15 años.
Los hallazgos de este estudio (patrocinado por el Estudio del Corazón Framingham, del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre), se suman a otros estudios previos que ya habían asociado el consumo de lácteos bajos en grasa con los niveles de la presión arterial, incluidos aquéllos sobre la denominada dieta DASH (que recomienda, entre otras cosas, consumir diariamente varias porciones de frutas y vegetales y tres porciones de lácteos bajos en grasas). La dieta DASH se conoce hace más de una década y su nombre corresponde a las iniciales de Dietary Approaches to Stop Hypertension, que en español se traduce como Enfoque Dietético para Detener la Hipertensión.
Además, este aporte refuerza la importancia del consumo de lácteos bajos en grasas en la dieta, no sólo para reducir la presión arterial sino también debido a los nutrientes que proporciona este alimento, entre los cuales se destacan el calcio (indispensable para prolongar la salud de los huesos), las proteínas y otros nutrientes como el potasio y el magnesio.
Y tú, ¿consumes la ración diaria de lácteos que se recomienda? Si todavía no lo haces, ten en cuenta que las últimas pautas nutricionales del gobierno de Estados Unidos, que figuran en “mi plato”, también coinciden con esta idea. Estas pautas recomiendan consumir lácteos todos los días. La cantidad varía de acuerdo a la edad de la persona.
Por ejemplo: los niños a partir de los 9 años, los adolescentes y los adultos deberían consumir 3 porciones de lácteos al día, que pueden ser 1 taza de leche o yogurt, 1 a 1 ½ onzas (40 gramos) de queso natural o 2 onzas (56 gramos) de queso procesado. Los niños de 2 a 3 años, en cambio, sólo necesitan 2 porciones de lácteos al día, y los niños que tienen entre 4 y 8 años de edad necesitan 2 ½ porciones diarias.
Uno de los mensajes más importantes es que a la hora de elegir tu yogurt (o tu porción de lácteos) selecciones los que son bajos en grasa o desgrasados. También es mejor que controles el consumo de aquéllos que vienen con azúcar agregado, ya que pueden aportar calorías de más. Así que si quieres perder peso, por ejemplo, puedes aprovechar el calcio, las proteínas y las ventajas adicionales que quizá te proporcione en cuanto a la presión arterial, seleccionando los yogurts desgrasados sin azúcar que además son más saludables.
Entonces, ¿ya sabes de qué sabor será tu próximo yogurt?
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