Durante el embarazo, tu útero no es la única parte de tu cuerpo que se está expandiendo. Podrías notar inflamación (hinchazón) en tus extremidades, específicamente en tus tobillos y en tus pies. En este artículo te contamos qué puedes hacer para disminuir o mejorar la inflamación de los tobillos y de los pies mientras esperas la llegada de tu bebé y cuándo es señal de alarma.
Andrea tiene 8 meses de embarazo y se sorprendió al verse los pies y los tobillos hinchados. “ ¿Por qué?” se preguntó al ver que ya sus zapatos no le cabían. La verdad es que como Andrea, a muchas mujeres les llama la atención la hinchazón de las extremidades durante el embarazo, pero es algo común. El nombre médico para la retención del líquido que causa la hinchazón es: edema. Lo que sucede es que todo tu cuerpo está cambiando, no es sólo tu útero el que está creciendo.
Es común que durante el embarazo se presente un poco de inflamación (hinchazón) en las extremidades. Esto está relacionado con la predisposición a retener líquidos en el cuerpo. Además, el útero está creciendo, se vuelve más pesado y dificulta la circulación de la sangre de las venas de las piernas cuando regresa al corazón para oxigenarse. Esto hace que se hinchen las piernas, los tobillos y los pies.
Se estima que el 75% de las mujeres embarazadas pueden desarrollar esta inflamación ( hinchazón de los tobillos o pies), especialmente entre los 7 y los 9 meses de gestación (en el último trimestre). También existe un pequeño porcentaje (25%) de mujeres afortunadas que nunca experimentan hinchazón o edema de las extremidades durante el embarazo, y esto también se considera normal.
Para aliviar la hinchazón de los tobillos y los pies durante el embarazo las siguientes recomendaciones te podrían ayudar:
- No pases demasiado tiempo de pie o sentada. Si tu trabajo te lo exige, asegúrate de tomar descansos. Camina por 5 minutos, eleva los pies más arriba del corazón y mueve los tobillos para activar la circulación.
- Si estás sentada mucho tiempo, trata de no apoyar los pies en el piso, sino de mantenerlos elevados con un taburete, una caja o un cojín.
- Duerme de lado. El acostarte de lado ayuda a que tus riñones trabajen al máximo, eliminando los desechos líquidos para aliviar la hinchazón. Si puedes, también coloca unas almohadas debajo de tus piernas para elevarlas durante la noche. Así estimulas el retorno sanguíneo hacia el corazón.
- Olvídate de los zapatos de moda que pueden ser incómodos. Durante el embarazo, la moda sí incomoda. Preocúpate por estar cómoda, no por usar tacones altos. Elije zapatos bajitos y amortiguados.
- Evita acalorarte demasiado. El calor agrava la hinchazón. Trata de mantenerte fresca y si puedes, aplícate compresas frías en los pies para aliviarte.
- Toma agua. Aunque parezca contradictorio, mientras más agua bebas, más eliminas. El mantenerte hidratada es vital durante el embarazo, así que asegúrate de tomar al menos 8 a 10 vasos de 8 onzas de líquidos (agua preferiblemente).
- Usa medias para estimular la circulación.
- Haz ejercicio diariamente.
Recuerda que aunque incómoda, la hinchazón o edema durante el embarazo pasará luego de que tengas a tu bebé. Si consideras que tu hinchazón no es normal, habla con tu médico. La hinchazón excesiva puede ser una señal de preeclampsia, siempre y cuando venga acompañada por otros síntomas como presencia de proteínas en la orina, aumento de peso repentino, hipertensión (presión alta), cambios en la visión y dolores de cabeza. Si notas estos síntomas también llama a tu médico de inmediato o ve a una sala de emergencia.
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