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Cuando supiste que estabas embarazada, probablemente celebraste la noticia con tu pareja y tu familia, hasta que surgió la pregunta tan temida: ¿y el trabajo? No es imposible trabajar durante el embarazo, pero tampoco es bueno seguir trabajando como si nada hubiera cambiado. Hay que encontrar un punto medio. 

Cuando se trata de enfrentar el trabajo estando embarazada, lo mejor es encontrar ese buen punto medio que te permita seguir haciendo tu trabajo sin que eso afecte tu embarazo ni ponga en riesgo tu salud o la de tu bebé.

9 tips para cuidarte en el trabajo ahora que estás embarazada

En Vida y Salud te damos nueve ideas para cuidarte mientras trabajas:

1. Estírate

Si estás la mayor parte del día sentada en un escritorio, toma unos minutos cada hora para caminar un poco, estirar las piernas, los brazos, el cuello y los hombros.

2. Descansa tus pies

Si no te puedes parar muy seguido de la silla, estira tus piernas extendiendo la punta de los pies y luego flexionándola. Para prevenir o ayudar a la retención de líquidos en los pies (los pies hinchados), levántalos por un rato sobre tu escritorio o sobre una silla.

3. Siéntate cómodamente

En la medida en que crezca tu vientre, vas a sentir más peso en tu espalda y en tu pelvis. Busca una silla ergonómica y cómoda, y ten a la mano una almohada para que te sientes sobre él o lo pongas en tu espalda cuando estés incómoda.

4. No estés parada por mucho tiempo

Si trabajas de pie, debes sentarte a descansar al menos 20 minutos cada vez que puedas, o intenta hacer tu trabajo sentada. Si tienes que estar de pie cambia el peso de tu cuerpo de un pie al otro. El usar un banquito, una caja o un directorio telefónico para que apoyes un pie (y que alternes) te podría ayudar también, así como el uso de medias elásticas.

5. Vístete cómodamente

Además de la ropa holgada, usa siempre zapatos cómodos que no tengan tacón.

6. Come bien

Sea lo que sea, una mujer embarazada siempre debe comer bien por su salud y la de su bebé. No aplaces tu hora de almuerzo por nada del mundo o lleva comida desde casa. Y mantén un buen surtido de bocadillos en tu escritorio para que puedas comer varias veces al día sin interrumpir tu trabajo. Haz lo que sea, pero nunca dejes de comer. Eso no quiere decir comer por dos. El tamaño de la porciones y la calidad de la comida es muy importante. Vigila tu peso. No quieres subir más de lo que el médico te recomienda.

7. Conoce tus límites 

Cuando estábamos más jóvenes, el cuerpo siempre nos apoyaba en los esfuerzos extra. Ahora que estás embarazada, él necesita que lo apoyes, y que no le des más cargas de las que ya tiene. Por eso, no tomes turnos extra ni asumas responsabilidades adicionales, a menos que sea estrictamente necesario. No cargues cosas pesadas ni hagas esfuerzos físicos muy fuertes, habla con tu jefe o acepta la ayuda de tus colegas cuando te la ofrezcan.

8. Evita los trabajos que requieren esfuerzos físicos pesados

Si estás embarazada, no es el momento para los trabajos pesados, como manejar maquinaria grande o que vibre, cargar objetos, caminar distancias largas, etc. Tampoco son recomendables los lugares muy ruidosos, muy calientes o muy fríos.

9. Si trabajas con niños…

Si trabajas en una guardería o eres maestra de escuela, podrías contagiarte de varias enfermedades infecciosas, riesgosas para tu embarazo. Consulta con tu médico y pídele que revise si ya tienes las vacunas adecuadas o si las necesitas, y si ya has tenido la enfermedad (en caso de que no te acuerdes).

Recuerda además que como embarazada tienes unos derechos que no te pueden negar. Averigua sobre los permisos de citas médicas, relevo de responsabilidades que pongan en riesgo tu embarazo y la licencia de maternidad, entre otros.

Imagen © Thinkstock / Fuse

 

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