Empiezas el segundo trimestre de tu embarazo y te sientes mucho mejor que en los meses anteriores. Los malestares iniciales ya no te incomodan tanto y los síntomas de los últimos meses aún no aparecen. ¡Este es el momento de disfrutar de tu embarazo!
En el cuarto mes de gestación, muchos órganos de tu bebé están definidos y ya empieza a perfilar las facciones de su cara. Mientras tanto, tú sigues cambiando, aunque probablemente ya te estás acostumbrando a algunos de los síntomas.
Cambios en tu cuerpo
- Tu barriga sigue creciendo. Esto se debe a que el útero se expande para permitir que el feto crezca en tu vientre.
- El peso de tu barriga empieza a arquear tu columna hacia delante.
- Tus senos continúan creciendo debido a que las glándulas que producen leche también crecen. Los pezones siguen sensibles.
- La buena noticia es que las náuseas y los vómitos empiezan a disminuir y tienden a desaparecer en este mes. Sin embargo, los trastornos digestivos podrían continúan, y podrías seguir teniendo estreñimiento, gases e indigestión.
- Aumenta la cantidad de sangre y líquidos en tu cuerpo. Podrías incluso sentir un poco de hinchazón por la retención de líquidos.
- La presión sanguínea aumenta durante el embarazo. Tu nariz podría sangrar de vez en cuando, así como tus encías cuando te cepillas los dientes.
- A medida que aumentas de peso, la inflamación de las piernas también podría aumentar y las várices o algunas venas se hacen aún más visibles.
- Podrías empezar a sentir una ligera falta de aire.
- El ir a orinar con frecuencia es normal, pero si sientes ardor, no lo es. Podría indicar cistitis o alguna infección de la vejiga.
- Es común que empieces a sentir congestión frecuente en la nariz.
- También podrías desarrollar hemorroides.
Cambios emocionales
Tus cambios de estado de ánimo, la irritabilidad y la extrema sensibilidad podrían disminuir un poco, así como tu necesidad de afecto y mimos, aunque no necesariamente desaparecer.
Tu preocupación por tu apariencia física podría aumentar pues ya no cabes en tu ropa pero la ropa de maternidad aún te queda muy grande. No te sientes incómoda con tu apariencia.
Es común que te empiece a interesar a ir a sitios en donde te sientes en contacto con la naturaleza, como playas, parques o lagos. Si tienes la opción, aprovéchala pues te ayuda a relajarte y eso es fenomenal tanto para ti como para la salud de tu bebé.
Cualquier razón siempre será válida para sentirte bien y disfrutar de tu cuarto mes de embarazo al máximo.
Actualización de un artículo originalmente publicado en el 2009.
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