La duración puede variar más de lo esperado
Una investigación nueva realizada en Estados Unidos habla por primera vez de que la longitud de la gestación puede variar naturalmente hasta 5 semanas. Las 40 semanas que siempre se han estimado para medir un embarazo a término pueden dejar de ser una medida exacta. Aquí te cuento más al respecto de esta interesante investigación.
Si estás embarazada, apuesto a que ya tienes memorizada la fecha probable de tu parto. A partir del momento en que se confirma tu embarazo, tu médico o partera pueden darte una fecha estimada de cuándo nacerá tu bebé mediante un ultrasonido o un simple cálculo matemático: sumar 7 días al primer día de tu última menstruación y luego restar tres meses. Por ejemplo: si tu última menstruación fue el 13 de septiembre, súmale 7 días, es decir dará 20 de septiembre. Al restar tres meses, tu fecha estimada de parto será el 20 de junio. Fácil, ¿Verdad? Este simple cálculo también indica la fecha de término del embarazo que se calcula en 40 semanas.
Estos cálculos que han funcionado desde hace tiempo para guiar a las futuras mamás, a los médicos y a las parteras, ahora parecen estar en tela de juicio, gracias a una nueva investigación que indica que cada embarazo puede variar de manera natural hasta por 5 semanas. Esto quiere decir, que la norma de que llegan a término a las 40 semanas o alrededor de los 280 días puede no ser muy exacta.
De acuerdo al estudio publicado en la revista Human Reproduction, sólo el 4 por ciento de las mujeres dan a luz en ese tiempo estimado y únicamente el 70 por ciento lo hace a los 10 días de su fecha probable de parto, incluso cuando ésta se calcula con la ayuda de una ecografía (ultrasonido).
Por primera vez, los investigadores estadounidenses lograron localizar con exactitud el punto en el que una mujer ovula y el embrión fertilizado se implanta en el útero durante un embarazo concebido naturalmente y le hicieron seguimiento desde ese momento hasta el parto. Así, calcularon la duración de 125 embarazos en total.
Encontraron que el tiempo promedio que transcurre de la ovulación al momento de dar a luz es de 268 días, es decir, 38 semanas y dos días. Inclusive, encontraron que tras excluir seis nacimientos prematuros, la diferencia en la duración de los embarazos era de hasta 37 días.
Para los autores del estudio, esto es fascinante, pues aunque sabían que el tiempo de gestación varía entre las mujeres y que, en parte, se atribuye a errores al calcular la edad gestacional, en este estudio no incluyeron esas fuentes de error y aún así hay cinco semanas de variabilidad.
Pero ¿qué hizo que pudieran darse cuenta de esta diferencia? Recolectaron muestras diarias de orina de las mujeres que habían dejado de tomar anticonceptivos con el fin de quedar embarazadas, eran sanas y sin problemas de fertilidad conocidos. Además no fumaban y tenían poca propensión a la obesidad. Las participantes completaron un registro diario y entregaron muestras de la primera orina de la mañana durante seis meses o hasta el final de la octava semana, si quedaban embarazadas.
En las muestras se tomó en cuenta la presencia de tres hormonas relacionadas con el inicio del embarazo: hCG (gonadotropina coriónica humana), estrona-3-glucurónido y pregnandiol-3-glucurónido. El día de la implantación fue identificado cuando se produjo el primer aumento sostenido de hCG (ya que la segrega el embrión).
Al analizar datos, encontraron que los embriones a los que les tomó más tiempo implantarse demoraron más en nacer; mientras que el aumento de la progesterona a finales del embarazo hizo que la gestación durara menos (12 días menos en promedio).
Esto indicaría que lo que sucede muy temprano en el embarazo, incluso semanas antes de que la mujer sepa que está embarazada está relacionado fuertemente con el tiempo hasta el nacimiento. Esto proporciona nueva información para analizar los resultados de los partos y permite analizar más a fondo el tema de la duración del embarazo y su presunta exactitud.
Además, los investigadores señalan algo muy importante: que la variación natural de la duración de los embarazos es mucho más clara de lo que se pensaba y si eso es cierto, los médicos y las parteras deben tenerlo muy en cuenta antes de decidir si deben intervenir en un embarazo (por ejemplo, induciendo el parto o programando cesáreas).
Recuerda que hay otros factores que pueden influir en la duración del embarazo. Por ejemplo, las mujeres mayores dan a luz más tarde (un día más de embarazo por cada año de edad); aquellas que fueron pesadas al nacer tuvieron embarazos prolongados y antecedentes de embarazos largos.
Así que la próxima vez que pienses en tu fecha estimada de parto, tómala como tal: es un estimado que puede variar y no por eso debes pensar que algo anda mal. Habla con tu médico si tienes dudas al respecto.
Imagen © iStockphoto.com / Alexandra Yurkina