Cuando un bebé nace antes de la semana 37 de embarazo, se considera un bebé prematuro. Por lo general, mientras más temprano nazca, más pueden ser los problemas que pueden surgir y más los cuidados que debe recibir tu bebé. Sigue leyendo y aprende más acerca de los bebés prematuros y de los cuidados que necesitan.
Seguro has escuchado historias de alguien que nació “sietemesino” o de siete meses. Muchas de esas personas son normales y no tienen problemas de salud. Los nacimientos de bebés prematuros constituyen entre un 8% y un 10% de los nacimientos. Cuando un bebé nace antes de tiempo, pesa mucho menos de lo que pesa un bebé que nace a término. Esto sucede porque el bebé experimenta su fase de máximo crecimiento durante las últimas 8 semanas de embarazo.
El bebé que nace antes de lo esperado puede tener problemas de salud debido a que sus órganos no tuvieron tiempo de desarrollarse bien. El sistema respiratorio es uno de los más afectados cuando un bebé nace antes de su término. Los pulmones aún no han terminado de madurar, no tienen la capacidad de contener el aire del ambiente. Por eso, es necesario darles ayuda de forma artificial.
Un bebé prematuro no se puede cuidar en casa. Debe pasar un tiempo bajo cuidados médicos estrictos en una especie de cuna cubierta que se llama incubadora. La incubadora mantiene una temperatura promedio de 30 grados y también unos niveles de humedad que se requieren para que el bebé prematuro pueda seguir su desarrollo fuera del vientre materno.
¿A qué se deben los nacimientos de bebés prematuros?
En casi la mitad de los nacimientos de bebés prematuros, la causa se desconoce. Sin embargo, se cree que entre las condiciones que pueden contribuir están: infecciones en el útero, sangrado o placenta previa, el abuso de drogas o alcohol, desbalances hormonales o estrés psicológico en la madre, entre otras.
Cualquier mujer puede dar a luz a un bebé prematuro, pero hay ciertas cosas que aumentan el riesgo de que suceda, como por ejemplo: antecedentes de haber dado a luz a otros bebés prematuros, un embarazo múltiple (gemelos, trillizos o más) y ciertas anormalidades en el útero y en el cuello del útero.
¿Cómo debes cuidar a tu bebé prematuro?
El papel del equipo médico es fundamental pero necesita del apoyo de los padres al cien por ciento. Por eso debes:
- Informarte: pregunta y permanece al tanto de todo lo relacionado con la salud de tu bebé. Saber es poder.
- Reservar tu leche materna: esta ayuda a mantener a tu bebé sano y promueve su crecimiento. Tal vez el bebé no estará listo para que lo amamantes (no tiene fuerza para succionar) o para que le des un biberón con leche materna, pero sí se para que se la puedan administrar a través de una sonda (un tubito) por la nariz. Además, puedes guardar la leche para después. Así que aunque haya nacido prematuro, debes empezar a sacar y a reservar tu leche para cuando tu bebé la necesite. Por lo general debes extraerte la leche mínimo 8 veces al día.
- Aprender a alimentar, tocar y calmar a tu bebé prematuro. Háblale amorosamente, abrázalo y ponlo cerca de tu corazón. Si tienes dudas sobre cómo tratar a tu bebé porque te parece muy frágil y temes hacerle daño, pregúntale al médico y a las enfermeras que también están a cargo de su cuidado. Tu amor y tu presencia son indispensables para que el bebé prematuro continúe su crecimiento exitosamente.
- Preparar tus emociones para todo lo que estarás atravesando. Puede que tu bebé tenga que permanecer semanas o meses en el hospital. Debes tratar de mantenerte tranquila, comer una dieta sana, descansar y así estar fuerte para tu bebé. El llevar un diario de cómo va progresando tu bebé te podría ayudar.
Una vez que tu bebé haya alcanzado el peso necesario, que pueda respirar sin ayuda y que tenga la capacidad de alimentarse por succión, será dado de alta. Siempre y cuando no haya otros problemas de salud.
Con paciencia, amor, y esfuerzo, pronto tendrás a tu bebé en casa. ¡Sé fuerte! Tu bebé prematuro te necesita más que nunca para crecer sano y feliz.
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