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Cuando el parto de un bebé se provoca de manera artificial con medicamentos, existe la posibilidad de que su riesgo de tener autismo aumente. Una investigación nueva realizada en Estados Unidos habla de la relación entre inducir el parto y el desarrollo del autismo. No dejes de leer este interesante artículo.

El parto es un trabajo de la naturaleza. Cuando tu bebé está listo para nacer, enviará las señales a tu cuerpo para empezar el trabajo de parto. Sin embargo, hay ocasiones en las que tu médico podría recomendar inducir tu parto o provocarlo artificialmente con medicamentos como el pitocín (una versión sintética de la hormona oxitocina que provoca que el útero se contraiga), si el parto no ocurre de manera natural.

Por ejemplo, es posible que te induzcan o te provoquen el parto si tu embarazo ha pasado de las 41 o 42 semanas de gestación, si tu fuente de agua se ha roto pero el trabajo de parto no progresa como debería, si el líquido amniótico se ha infectado con meconio (las heces del bebé), si la placenta se ha desprendido, si tienes preeclampsia, si el líquido amniótico ha disminuido considerablemente, si tienes alguna enfermedad crónica como diabetes, si tu bebé está sufriendo o no está creciendo lo suficiente, o si tu médico considera que tienes antecedentes de partos muy rápidos y teme que no llegues al hospital para que se te atienda como se debe.

Sin embargo, es muy importante que sepas que en muchas ocasiones inducir el parto no es recomendable. Por ejemplo, si tienes placenta previa, cuando el bebé está en una posición incorrecta o el bebé es demasiado grande, si el cordón umbilical se ha salido por la vagina, si tuviste un parto previo por cesárea con incisión vertical en el útero, si tienes herpes genital, o si simplemente lo quieres así por conveniencia.

Es importante mencionar el punto de la conveniencia, ya que hoy en día muchas mujeres programan sus partos ya sea para su conveniencia o la de su médico y el inducir el parto aumenta el riesgo de complicaciones como:

  • Cesárea.
  • Parto prematuro, si se induce antes de que el bebé esté a término.
  • Disminución de los latidos cardíacos del bebé debido al uso de medicamentos que aumentan las contracciones y los hacen muy fuertes, lo cual reduce el suministro de oxígeno a tu bebé poniendo en riesgo su salud.
  • Problemas con el cordón umbilical. Inducir el parto aumenta el riesgo de que el cordón salga por la vagina antes  que el bebé, lo cual también compromete el suministro de oxígeno para el bebé.
  • Infección para la madre y el bebé.
  • Ruptura del útero en caso de que hayas tenido una cesárea anterior o alguna cirugía en el útero.
  • Hemorragia postparto ya que los músculos del útero no estaban preparados y pueden tardar más tiempo en contraerse.

Pero además de todos los riesgos potenciales que puede tener un parto inducido, también existe la posibilidad de que los bebés que nacen por este método, tengan un riesgo más alto de desarrollar autismo. Un estudio publicado en la revista JAMA Pediatrics y realizado por unos especialistas de la Universidad de Duke y la Universidad de Michigan en Estados Unidos, concluyó que las mujeres cuyo parto es inducido tienen un riesgo 23 por ciento más alto de tener un hijo(a) con autismo que quienes tienen un parto natural.

Para los científicos aún no está claro si el método del parto es el responsable del riesgo de tener autismo, o si los bebés que son autistas no envían las señales apropiadas al cuerpo de la madre para un parto natural. De cualquier modo, advierten que es necesario tener muy presente esta relación de parto inducido y autismo, en especial porque hoy en día, muchos partos son provocados y es una tendencia que va en aumento.

La investigación analizó los antecedentes del nacimiento de 625,000 bebés de Carolina del Norte, en Estados Unidos, durante un período de 8 años junto con los registros públicos de la escuela que incluyen la información sobre el diagnóstico de autismo. En el caso de los niños que nacieron por parto inducido, el riesgo de tener autismo era 13 por ciento mayor en comparación con aquellos que nacieron por parto natural. Acelerar el parto también estuvo asociado con un riesgo de 16 por ciento de autismo, mientras que la inducción y el aumento de las contracciones estuvo asociado en promedio con un riesgo del 23 por ciento de autismo en los niños.

Los especialistas estiman que 2 de cada 1,000 casos de autismo podría eliminarse si se evita la inducción del parto.

Si bien existen otros factores de riesgo para desarrollar autismo como la edad de la madre o el nacimiento prematuro, este estudio sugiere la necesidad de realizar investigaciones más profundas acerca de la relación del parto y el autismo y enfatizan la importancia del cuidado prenatal.

Si estás embarazada y tienes dudas acerca de este tema, o te han recomendado un parto inducido, habla con tu médico acerca de los riesgos y beneficios en tu caso, siempre teniendo como prioridad tu salud y la de tu bebé.

 

Imagen © iStock / Global Stock

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