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La leche materna es el mejor alimento que le puedes dar a tu bebé. Por eso, si tienes que volver a trabajar luego de una licencia de maternidad o por alguna razón vas a estar unas horas lejos de tu bebé, es muy importante que sepas qué cuidados debes tener al guardar (almacenar) la leche que te sacas con el extractor o succionador de leche. Aquí te presento una lista de preguntas y respuestas acerca de cómo guardar (conservar) la leche materna para que tu bebé siempre pueda tener la mejor nutrición.

Si decidiste amamantar a tu bebé ¡felicitaciones! Es el mejor regalo que puedes darle, ya que tu leche contiene todos los nutrientes indispensables para que tu bebé crezca y se mantenga sano(a). Luego de tomar esta decisión, de seguro quieres que tu bebé se beneficie tomando tu leche por el mayor tiempo posible. Sin embargo, en ocasiones tienes que volver al trabajo cuando tu bebé aún es muy pequeño, o podría ser que en algún momento no estés disponible para él o ella porque estés descansando o tengas que salir y necesites que otra persona lo alimente. En ese caso, tener un extractor de leche te podría ser muy útil.

Es entonces cuando además de tener que elegir un buen extractor de leche materna (los hay electrónicos o manuales), debes saber cuáles son las claves para guardar (almacenar) tu leche para que se mantenga fresca y no pierda sus nutrientes.

¿Cuánto tiempo puedo almacenar o guardar mi leche?

 

Tiempo de almacenamiento para leche materna* Congelador profesional

(0 °F o -18° C)

Congelador del refrigerador

(0 °F o -18° C)

 

Refrigerador

(39 °F o -4° C)

 

Temperatura ambiente

(66°F-72°F)

(19°C-22° C)

Temperatura ambiente

(72°F-79°F)

(22° C-26° C)

Fresca Hasta 12 meses 3-4 meses 8 días 6-10 horas 4 horas
Tibia (cuando se descongela o deja al clima luego de sacarla del refrigerador) No se debe volver a congelar No se debe volver a congelar 24 horas 1 hora 1 hora

*El tiempo de almacenamiento puede variar para bebés prematuros o enfermos. (Fuentes: La Leche League International, The Breastfeeding Answer Book, Human Milk Banking Association of North America).

 

¿Qué debo saber acerca de cuál es la mejor manera de guardar mi leche materna?

  • Lo mejor es utilizar recipientes de vidrio o de plástico resistente que estén bien limpios y esterilizados.
  • También puedes utilizar bolsas especialmente creadas para guardar la leche materna.
  • Guarda tu leche en pequeñas cantidades que coincidan con lo que toma tu bebé. Esto se debe a que cada vez que tu bebito toma leche de la botella o el biberón, su saliva se mezcla con la leche. Así que no guardes la leche que sobra de un biberón.
  • Escribe la fecha y la hora en la que te extrajiste (sacaste) la leche en cada recipiente con una etiqueta calcomanía y un marcador no tóxico. Si tu bebé está en el hospital o en una guardería, marca cada bolsa o recipiente con el nombre de tu bebé.
  • Puedes combinar leche que te sacas en distintos días. Si haces esto, escribe la fecha del primer día que te sacaste.
  • Si vas a usar tu leche en un lapso de 8 días, puedes guardarla en el refrigerador. De lo contrario, congélala en la parte más fría del congelador (evita guardarlas en la puerta).
  • Puedes agregar la leche fresca a la leche refrigerada. También puedes agregar leche fresca a la leche congelada si se refrigera primero y es menor cantidad que la que está congelada.

¿Es necesario entibiar o calentar la leche materna antes de dársela a mi bebé?

Para los bebés muy pequeños se recomienda que calientes (entibies) la leche almacenada antes de dársela. La temperatura corporal de un recién nacido puede bajar considerablemente si le das leche fría. Lo mejor es que dejes que la leche llegue a la temperatura ambiente. Puedes poner el recipiente que contiene la leche dentro de otro con agua tibia o caliente y dejarlo unos segundos. También puedes poner el recipiente en el chorro de agua tibia del lavamanos o lavaplatos, cuidando que esté bien cerrado para que el agua no se mezcle con la leche.

Jamás calientes la leche en el microondas, pues cambia los componentes de la leche y crea puntos de calor que pueden quemar la garganta de tu bebé. Tampoco la calientes en el horno o en la estufa (fogón). Las temperaturas altas destruyen los anticuerpos de la leche que tu bebé tanto necesita y calentar demasiado la leche puede quemar la lengua o la boca de tu bebé.

Ten en cuenta que la leche materna no es homogeneizada, es decir que se separa en diferentes capas (la parte más grasa y la parte líquida). Para mezclarla, no agites el recipiente con fuerza, simplemente muévela suavemente como en forma de espiral.

¿Existe alguna diferencia en olor o apariencia entre la leche almacenada y la leche fresca?

 

El color de la leche materna puede variar dependiendo de tu alimentación. Además, la leche refrigerada o congelada puede parecer que tiene olor diferente y otra consistencia que la leche recién extraída. Sin embargo, es seguro dársela a tu bebé. Si huele fuerte o tu bebé la rechaza, tírala y dale leche fresca.

Un consejo muy importante: Antes de sacarte la leche ¡lávate las manos!

Si tienes más preguntas acerca de cómo guardar y conservar tu leche materna, consulta con tu médico o con un especialista en lactancia. En muchos hospitales hay personas especializadas que pueden asesorarte o en la Liga de la Leche, que son expertos en asesorar a las mujeres que están dando pecho.

Imágen © iStockphoto.com / Eneri LLC

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