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¿Estás embarazada o buscando un bebé y no sabes qué hacer con tu mascota? ¿Temes que tu convivencia con animales perjudique al bebé o al desarrollo normal de tu embarazo? ¿Cuáles son los riesgos y qué puedes hacer para prevenir el contagio de enfermedades?

Deshacerte de tu mascota no es necesariamente la mejor opción si estas buscando quedar embarazada o si ya lo estás.  No sólo por el cariño que puedas tenerle y lo doloroso que te resulte la separación, sino también porque encontrarle otra familia a tu mascota puede ser una tarea complicada y, lo más importante, innecesaria.

Es cierto que algunos médicos o amigos te podrían sugerir que procures alejarte de las mascotas, sobre todo de los gatos (ya que pueden transmitir una enfermedad llamada Toxoplasmosis, que si se contrae durante el embarazo podría ser peligrosa para el bebé, aunque la madre no tenga síntomas importantes), pero no siempre es necesario  que lo hagas. Otra opción, es tomar ciertas medidas preventivas y, sobre todo, mantener la higiene y el aseo.

Si tu mascota es un gato…

Antes de angustiarte y alejarte de cualquier felino que se te cruce, es preferible que te informes bien y, si aún te quedan dudas, que las consultes con tu médico de confianza para que tú, tu bebé y tu gato puedan mantener una convivencia sana y feliz.

Tal como comentamos arriba, el temor principal frente a los gatos proviene de la posibilidad de contagiarse de Toxoplasmosis. En este caso, debes tener en cuenta que sólo uno de cada 50,000 embarazos se ve afectado por la Toxoplasmosis, con lo cual las posibilidades de contagiarte no son tan elevadas. Pero como sí son graves las secuelas que puede sufrir el bebé en gestación en caso de que la mamá contraiga esta enfermedad durante el embarazo (puede causar malformaciones en los fetos e incluso abortos, si la infección se produce durante los tres primeros meses de embarazo), es muy importante tomar ciertas medidas preventivas para evitarlo.

También es importante que sepas que es la Toxoplasmosis es causada por un parásito denominado Toxoplasma gondii que se encuentra en las carnes crudas y en el excremento (las heces o materia fecal) del gato. Por eso, muchas veces el contagio se produce a través de los alimentos (y no por el contacto directo con el animal). Entonces, se recomienda que comas la carne bien cocida y que laves bien los vegetales crudos, así como que evites comer en restaurantes o en lugares cuya higiene esté en duda. Otra cosa, si vas a consumir comidas recalentadas, asegúrate de hervirlas por lo menos durante 10 minutos antes de comértelas.

Otras medidas que pueden ayudarte a prevenir el contagio con Toxoplasmosis es el evitar entrar en contacto con los excrementos del gato. Por eso, pídele a alguien (que no sea una mujer embarazada ni nadie que tenga su sistema inmune comprometido) que limpie la arena sanitaria del gato todos los días. Si debes trabajar en el jardín, utiliza guantes. Mantén a tu gato dentro de tu casa (para evitar que se contagie al estar en contacto con otros gatos), no te acerques a los gatos de la calle y siempre lávate bien las manos con agua y jabón luego de estar en contacto con el animal o sus utensilios.

Por último, ten en cuenta que los síntomas suelen ser leves, similares a un resfrío común, y es posible que en algún momento de tu vida hayas contraído esta enfermedad sin notarlo. Si este es tu caso, ya eres inmune a la Toxoplasmosis y no debes preocuparte durante el embarazo. Por eso, si estas en la búsqueda de un bebé, puedes pedirle a tu médico que te realice un examen de inmunidad (consiste en un simple análisis de sangre). Paralelamente, puedes llevar a tu mascota al veterinario para que lo examine y le aplique todas las vacunas que sean necesarias.

Si tu mascota es un perro…

En este caso no hay graves problemas de contagio de enfermedades. Con los perros, el principal inconveniente puede ser que salte sobre la panza mientras juega, sobretodo si es un perro grande. Por eso, es importante que eduques a tu perro para evitar que por ser demasiado juguetón, pueda perjudicar tu embarazo.

También es recomendable que antes de la llegada de tu bebé le enseñes a tu perro a no morder ni saltar encima de las personas. Del mismo modo, aprovecha el embarazo para distanciarte un poco de él y evitar que el cambio sea tan brusco cuando llegue el bebé y le dejes de prestar atención para cuidar a tu recién nacido. Es importante que tu perro tenga todas sus vacunas al día, y que lo asees con frecuencia para evitar que tenga pulgas (que también pueden transmitir enfermedades).

Con estos consejos ya puedes empezar a prepararte para una convivencia armónica entre todos los miembros de la familia, incluyendo a tus mascotas y a tu bebé. Y si te quedan dudas, no olvides comentarle a tu médico que tienes mascotas en casa, para que pueda asesorarte en todo lo que necesites.

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Imagen: ©Shutterstock / Igor Normann

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