El yodo es un elemento químico esencial para el funcionamiento adecuado de la glándula tiroides y la producción de hormonas tiroideas que regulan el metabolismo. Durante el embarazo, la deficiencia de yodo parece ser bastante común y los especialistas advierten sobre los peligros que esto implica para el desarrollo del cerebro del bebé. Si no se consume a través de la dieta, tu médico podría recomendarte tomar un suplemento. No dejes de informarte al respecto.
Durante el embarazo, una dieta balanceada y las vitaminas prenatales son esenciales para cubrir todas las necesidades de nutrición de la mamá y el bebé. Sin embargo, todo parece indicar que la deficiencia de yodo es bastante común entre las mamás embarazadas y los lactantes, lo cual puede afectar de manera de importante el desarrollo del cerebro del bebé.
Por eso, unos especialistas de la Academia Americana de Pediatría tienen una recomendación acerca de la deficiencia de yodo en la dieta de las embarazadas y de los lactantes, con el objetivo de crear consciencia acerca del uso de los suplementos para cubrir este requerimiento y evitar así, comprometer el desarrollo normal del cerebro en el bebé.
¿Por qué es importante el yodo en la dieta? Es un elemento esencial para el crecimiento, el desarrollo del cerebro, la síntesis de las hormonas tiroideas y la regulación de varios procesos relacionados con el metabolismo.
La deficiencia de yodo puede causar problemas con el desarrollo cognitivo. Así que el consumo adecuada de yodo es indispensable durante el embarazo y los primeros años de vida para el desarrollo del cerebro de los pequeños.
Unos estudios en Europa encontraron que hijos de madres que tuvieron deficiencia de yodo durante el embarazo a los ocho años de edad, tenían un coeficiente intelectual tres puntos por debajo de lo normal y dificultades para leer.
Generalmente, el yodo se obtiene a través de la dieta, principalmente de la sal yodada y de alimentos como los mariscos, ciertos pescados, las algas y los lácteos. De acuerdo a la Academia Americana de Pediatría, debido a que el consumo de comidas procesadas ha ido en aumento, se está presentando una deficiencia de yodo generalizada pues estos alimentos no contienen sal yodada.
De acuerdo a un artículo publicado en la revista Pediatrics, cerca de un tercio de las mujeres embarazadas en los Estados Unidos tienen deficiencia de yodo. El informe también dice que alrededor del 15 por ciento de las embarazadas y los lactantes toman suplementos que contienen yodo.
Los especialistas advierten que las mujeres embarazadas y los lactantes deben tomar un suplemento de 150 microgramos de yodo, consumir sal yodada y otros alimentos en yodo para lograr un consumo total de 290 a 1,100 microgramos de yodo diarios.
Así que si estás embarazada, lactando o incluso planeando tener un bebé, consulta con tu médico acerca de las ventajas de tomar un suplemento de yodo y de ajustar tu alimentación para que tu bebé no tenga deficiencia de este mineral. Recuerda que el consumo adecuado de yodo es esencial para el desarrollo cerebral y además, protege a los bebés de algunos daños ambientales como el humo del cigarrillo y del agua que contiene muchos nitratos.
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