El tener un bebé cambia tu vida. Pero hay un momento en que todo tiene que volver a recuperar el ritmo que tenías antes de dar a luz. Ahora, se acabó tu licencia de maternidad y tienes que volver al trabajo. ¿Cómo puedes enfrentar este cambio? Aquí te damos algunos consejos para que el regreso al trabajo después del embarazo se te haga más fácil y llevadero.
Adriana me cuenta que después de que tuvo a su bebé, lo más difícil, más allá de los cambios físicos y emocionales, fue regresar al trabajo. Cuando se le terminó su licencia de maternidad y tuvo que volver a la oficina a enfrentarse con su vida laboral, sintió un profundo vacío. “Fue terrible tener que dejar a mi bebé, no verla todo el día y no estar con ella”, me cuenta. Y es que después de pasar los primeros meses todo el tiempo junto a tu bebé recién nacido, no es fácil salir a trabajar y dejarlo(a) en casa.
La legislación de los Estados Unidos y otros países en relación al tema, es diferente. Algunas madres tienen muchos meses para compartir con su bebé, otras, sólo comparten con el bebé los tres primeros meses. Pero el tema en común es el trauma que causa en la madre y el hijo, el hecho de tener que reintegrarse a la vida laboral.
¿Cómo puedes hacer que esta transición sea lo más sencillo posible? Eso depende de tu personalidad y de la naturaleza de tu trabajo. Los siguientes consejos te podrían ayudar en tu regreso al trabajo después de tener un bebé:
- Habla con tu jefe. De esta manera podrás determinar cuáles serán tus funciones y la intensidad de tu horario luego de que regreses a trabajar. Puedes hablar con él o ella para tener un poco de flexibilidad los primeros meses, de la posibilidad de hacer algunos trabajos desde casa o trabajar medio tiempo. Si estás amamantando puedes pedir que te den el tiempo y la privacidad en tu trabajo para extraerte (sacarte) la leche materna y almacenarla para luego dársela a tu bebito.
- Deja a tu bebé en buenas manos. Si tienes familia que lo pueda cuidar, es ideal. Si no, tómate el tiempo para buscar a alguien de confianza. Esto te dará la tranquilidad de saber que tu bebé está en buenas manos. Es una buena idea empezar a buscar a la persona que cuidará a tu bebé antes de que nazca.
- No te sientas culpable. Es normal que la vida continúe y que tengas que regresar a tu vida profesional. Trata de estar tranquila y no dejarte agobiar por las emociones. Más bien intenta disfrutar los retos del trabajo.
- Organízate. Haz una lista de tus responsabilidades en casa y en el trabajo. Busca la ayuda de tu pareja, de amigos o de seres queridos.
- Quiérete. Luego de un día de trabajo y de que tu bebé se duerma, date un regalo para relajarte: un baño de agua caliente, un buen libro, una cena. Lo que te agrade.
- Busca ayuda. Si sientes que no puedes con todo ¡exprésalo! Hablando se resuelven las cosas. La gente que te quiere y te rodea seguro estará ahí para darte una mano.
Date tiempo. El volver al trabajo justo cuando estabas acostumbrada a estar en casa con tu bebé, es difícil, pero no imposible. Maneja tus emociones manteniendo una actitud positiva. Tu bebé percibe tu estado de ánimo y también a él o a ella le ayudará que le transmitas tranquilidad. Recuerda que no eres tú sola la que sufre el cambio. También tu bebé y todos los que te rodean.