La psicóloga Cristina Martínez nos explica que los embarazos no deseados generan una tensión permanente entre los padres y afirma que el bebé puede llegar a convertirse en un recordatorio de esa situación que uno o ambos deseaban evitar.
Advierte Martínez, que el niño puede percibir esos sentimientos desde muy temprana edad y comenzar a desarrollar un sentimiento de culpa que lo afectará durante su desarrollo y crecimiento.