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Ahora que estás embarazada, puede ser que te estés preguntando si todos esos conservantes, aditivos, pesticidas y químicos que hay en los alimentos le harán daño a tu bebé. Aunque no son tu peor enemigo, nunca está de más evitarlos mientras puedas. En Vida y Salud te damos algunos consejos para que entres en la onda “verde”.

Hasta el momento no se ha comprobado que la cantidad de aditivos, conservantes, pesticidas o químicos que contienen algunos alimentos sean realmente nocivos para tu bebé o para tu embarazo. Pero eso no quiere decir que sean la mejor opción a la hora de alimentarte durante tu embarazo.

Afortunadamente desde hace algunos años cada vez hay más opciones para evitarlos y para que puedas alimentarte de forma segura y saludable: hay granjas orgánicas, productos frescos, mayor control del uso de pesticidas en los cultivos, restaurantes con comidas naturales. Esta onda “verde” puede ser muy buena para tu embarazo y para tu bebé, ¡aprovéchala!

Cocina desde cero

A pesar de que las comidas enlatadas o listas para calentar te ayudan a ahorrar tiempo, algunas están cargadas de aditivos y conservantes, y pueden perder muchos de los nutrientes. Por eso, muchas veces es mejor la comida recién preparada con ingredientes frescos. Es una manera de saber exactamente qué estás comiendo y de reducir la cantidad de químicos innecesarios en tu cuerpo.

Si el tiempo definitivamente te apremia, considera cocinar el fin de semana y congelar por porciones, o compra productos orgánicos para congelar.

Elige natural

Cuando vayas al supermercado, elige las verduras frescas. Si son enlatadas, selecciona, si es posible, los productos cuya etiqueta diga que no tienen aditivos, conservantes o colorantes.

Evita los alimentos que naturalmente no son tan nutritivos y que tienen aditivos para aumentar su “valor nutricional”. También procura evitar los alimentos que contienen nitratos y nitritos usados para conservar, como sucede con las carnes frías (jamones, salchichas) y algunas carnes ahumadas.

Evita los químicos de las carnes

La mayoría de los químicos que comen los animales se concentran en las partes grasosas de su carne y en su piel. Por eso no es recomendable comprar tantas carnes preparadas (salchichones, salchichas de hot dog, jamones) o carne picada que no sea de primera, pues generalmente incluyen mucha grasa. Y cuando estés cocinando en casa, quítale la grasa a la carne y la piel al pollo.

A veces, orgánico es mejor

No siempre es fácil comprar productos orgánicos pues generalmente son más caros. Pero, en la medida en que puedas, intenta decidirte por los que sean más importantes en tu dieta diaria.

Por ejemplo, cuando veas vegetales y frutas orgánicos, quiere decir que han sido cultivados libres de pesticidas y químicos. No todos los productos tienen tantos residuos de pesticidas, así que enfócate en los más importantes: papas, espinaca, apio, manzanas, peras, duraznos, uvas, cerezas y fresas. Por ejemplo, cuando se trata de las frutas, si se pueden pelar, no es tan importante si no son orgánicas.

Y cuando veas carne, huevos o leche orgánicos, quiere decir que los animales de los que provienen han sido criados de forma orgánica: alimentándose de productos naturales como el pasto y creciendo en ambientes libres, en lugar de estar encerrados en condiciones poco higiénicas. Eso garantiza que sus productos estén libres de hormonas o antibióticos, o de salmonela como sucede con muchos pollos que se enferman en el encierro.

Yo se que quieres lo mejor para tu bebé. Sigue las recomendaciones de tu médico y selecciona la mejor alimentación de acuerdo a tus posibilidades. No te angusties y disfruta tu embarazo.

 

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