Creo que hay pocas cosas que te causarían tanta preocupación como el tener dolor en un testículo, o en ambos, o el notar que están inflamados o que tienes un bulto… ¿o me equivoco? Una posible causa es la epididimitis. Aquí en Vida y Salud te decimos de qué se podría tratar esta condición y cómo prevenir o tratarla.
¿Qué es la epididimitis?
Es una inflamación del epidídimo. Y ¿qué es el epidídimo? Es un tubo largo y en espiral que se encuentra detrás de los testículos. El epidídimo está encargado de almacenar y llevar la esperma producida por los testículos antes de eyacular.
La epididimitis puede ser causada por enfermedades de transmisión sexual (ETS) como la gonorrea o la clamidia, o por golpes recibidos en esa área, entre otras causas. Los hombres pueden contraer esta enfermedad a cualquier edad, pero es más común en los que están entre los 19 y los 35 años. Si no es tratada a tiempo, puede complicarse e incluso provocar infertilidad.
Causas de la epididimitis
La epididimitis puede deberse a:
- ETS: Las enfermedades de transmisión sexual como gonorrea y clamidia son la causa más común. Generalmente, las infecciones en la uretra o en la vejiga se diseminan y llegan hasta el epidídimo
- Otras infecciones: También suele ocurrir por infecciones que no son trasmitidas sexualmente, como por ejemplo cuando las infecciones de la próstata (prostatitis) o las infecciones de las vías urinarias se propagan y llegan al epidídimo
- Tuberculosis
- Golpes en los testículos
- Uso del medicamento Amiodarone: Este medicamento que se usa para tratar arritmias cardiacas (irregularidades en el ritmo del corazón), puede causar inflamación del epidídimo
- Acumulación de presión, como sucede después de la vasectomía
- Regreso de la orina al epidídimo cuando se hace demasiada fuerza, por ejemplo al levantar objetos pesados
Quienes tienen mayor riesgo de desarrollar epididimitis son los hombres que no practican sexo seguro y que están en constante riesgo de adquirir ETS (enfermedades de transmisión sexual), los que han tenido una cirugía de las vías urinarias reciente o los que usan un catéter (un tubo) permanentemente, los que tienen la próstata crecida y en algunos casos, los que no están circuncidados. Todas estas situaciones aumentan el riesgo de que ciertas bacterias e infecciones lleguen al epidídimo y lo inflamen.
Síntomas de la epididimitis
Los síntomas de la epididimitis pueden ser desde una irritación leve, con o sin fiebre hasta dolores severos en los testículos. Estos son algunos de los síntomas más comunes:
- Inflamación testicular: el testículo aumenta de tamaño, se enrojece y se siente más caliente y más pesado de lo normal
- Una protuberancia o bulto en el testículo
- Dolor (leve o severo) y sensibilidad en el testículo afectado
- Ardor o dolor al orinar
- El dolor en los testículos aumenta cuando se va al baño a evacuar
- Inflamación y sensibilidad en la ingle del lado afectado
- Fiebre y escalofríos
- Secreción o flujo por la punta del pene (uretra)
- Semen con sangre
- Dolor al tener relaciones sexuales o al eyacular
Algunas veces el dolor intenso en los testículos también puede ser síntoma de una torsión testicular que ocurre cuando no fluye suficiente sangre hacia el testículo debido a una torsión en alguno de los canales que llegan al testículo. La Torsión Testicular es una emergencia y la persona debe ser llevada al hospital inmediatamente. Por eso nunca se debe ignorar un dolor en los testículos, especialmente cuando sucede de repente o después de un golpe.
Generalmente los síntomas se desarrollan en uno o dos días y tienden a mejorar con el tratamiento. Pero cuando los síntomas no mejoran con el tratamiento o regresan, eso quiere decir que hay Epididimitis crónica. Cuando la epididimitis se complica, puede causar infertilidad.
Diagnóstico de la epididimitis
Además de estar pendiente de los síntomas, ¿cómo puedes saber si tienes epididimitis?
Generalmente, lo primero que hace el médico es un examen físico para ver si tienes alguno de los síntomas externos. Además, mediante un examen rectal puede ver si hay sensibilidad o aumento en el tamaño de la próstata.
También se pueden hacer los siguientes exámenes:
- Cultivo de las secreciones de la uretra para identificar si hay infección
- Análisis de la orina en varias muestras: orina del chorro inicial, orina de la mitad del chorro y orina después de un masaje de próstata
- Pruebas para identificar si hay gonorrea y/o clamidia
- Examen de sangre, biometría hemática, en inglés se le abrevia CBC, para revisar si hay elevación en el número de glóbulos blancos que indican infección
- Otros exámenes (Ultrasonido, Ecografía o de Medicina Nuclear) para descartar que haya torsión testicular o algún tumor en los testículos
Prevención y tratamiento de la epididimitis
Como las posibles causas de la epididimitis son varias, las formas de prevenirla también son diferentes.
El sexo seguro es una de las primeras formas de prevención, pues al usar condón, al reducir el número de parejas sexuales o al menos saber que no tienen ETS, se reducen los riesgos significativamente. Igualmente, el hacerte exámenes rutinarios para identificar si tienes ETS, ayuda a detenerlas temprano de modo que las infecciones no se extiendan y te causen epididimitis.
Durante las cirugías también se tienden a administrar antibióticos a los pacientes para evitar infecciones por esa vía.
Por lo general la epididimitis se cura con antibióticos. Si la enfermedad es causada por ETS se requieren antibióticos especiales y además tu pareja sexual también debe recibir tratamiento. El tratamiento con antibióticos debe hacerse completo, tal y como te lo recomiende el médico. Aunque te sientas mejor o bien a los pocos días, nada te asegura que la infección ya no está allí. Es importante que el médico te revise después de haber terminado los antibióticos, para asegurarte que la infección desapareció.
Si los antibióticos no te eliminan los síntomas en los primeros días, debes consultar al médico pues puede ser que necesites otro tipo de antibiótico o que tu epididimitis no haya sido causada por una infección y en ese caso necesitas otro tipo de tratamiento.
El médico también te puede recetar algunos medicamentos para calmar el dolor y para reducir la inflamación (antiinflamatorios).
Mientras estás tomando las medicinas, es recomendable el reposo en cama, acuéstate elevando la cadera y aplícate compresas de hielo en los testículos. Además es importante que no tengas relaciones sexuales hasta que no estés seguro que la infección cedió.
En los casos en que la enfermedad se complica o es causada por otros problemas físicos o por tuberculosis, puede ser que necesites cirugía. Cuando se forma un absceso (una protuberancia con pus) será necesario drenarla.
De todos modos, sea cual sea el tratamiento que recibas, son muy pocos los casos en que no se puede curar la Epididimitis. Y cuanto más temprano la identifiques y consultes a tu médico, más fácil será curarla y continuar tu vida con normalidad.
Ultima revisión: 2017
Copyright © 2017 Vida y Salud Media Group. Todos los derechos reservados.
Imagen © iStock / vchal