La enfermedad de Alzheimer se presenta en la madurez y es la forma más común de demencia. Afecta la memoria, el pensamiento y el lenguaje. Una nueva investigación sugiere que los problemas de sueño, pueden ser un síntoma temprano de que se va a desarrollar.
Con el paso del tiempo, es normal que la memoria se deteriore hasta cierto punto. Sin embargo, cuando se trata de la enfermedad de Alzheimer estos olvidos son tan significativos que no tienen nada que ver con lo que se consideran olvidos ocasionales, como olvidar el nombre y la identidad de las personas que amas.
La diferencia clave entre el deterioro del envejecimiento natural y de la enfermedad de Alzheimer es que ésta última afecta la calidad de vida y la independencia de la persona que la padece. Los olvidos, los problemas con el lenguaje, la desorientación, los problemas para hacer cuentas, todos son síntomas de Alzheimer.
Pero hay un síntoma que quizás no ha figurado entre los principales, pero está dando las claves para detectar la enfermedad a tiempo. Se trata de los problemas para dormir.
Los pacientes diagnosticados con Alzheimer con frecuencia tienen problemas de sueño, se despiertan varias veces durante la noche o duermen intermitentemente durante el día. Estos problemas, dice una nueva investigación, si se presentan mucho antes de que se dé el diagnóstico y aparezcan otros síntomas de la enfermedad y pueden ser una señal muy temprana de que el Alzheimer se está desarrollando. Es decir, que una persona que tiene una vida normal pero padece problemas de sueño, podría tener Alzheimer en el futuro.
Unos investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, Estados Unidos, trabajaron con ratones criados específicamente para desarrollar una enfermedad parecida al Alzheimer en los humanos. Al observarlos, encontraron que los problemas de sueño o la interrupción del ciclo del sueño se presentaban al mismo tiempo que aparecían las primeras placas seniles, depósitos extra celulares de beta-amiloide (una proteína tóxica) en la sustancia gris del cerebro, lo cual ha sido tradicionalmente asociado en las investigaciones con la enfermedad de Alzheimer. Estas placas, se empiezan a acumular en el cerebro, mucho antes de que los primeros síntomas de Alzheimer aparezcan.
En el estudio, se encontró que los ratones que tenían placas en el cerebro dormían menos que aquellos sin placas. Normalmente, los ratones duermen cerca de 40 minutos por cada hora del día. Pero cuando las placas se empezaron a formar, el tiempo que dormían disminuyó a 30 minutos. Además, curiosamente, aquellos ratones que recibieron una vacuna para prevenir la acumulación de las placas de beta-amiloide, presentaron patrones de sueño normales a medida que envejecieron.
Los cambios en los patrones de sueño en los humanos podrían ser también un indicador de que la enfermedad de Alzheimer viene en camino. Basado en esto, dicen los autores del estudio, se podría empezar a tratar a los pacientes antes de que presenten los síntomas de demencia. Además la presencia o ausencia de los problemas de sueño podría indicar si los tratamientos nuevos están teniendo éxito.
Estos hallazgos, publicados en la revista Science Translational Medicine confirman la sospecha de muchos científicos acerca de que el Alzheimer es una enfermedad que se va formando décadas antes de que aparezcan sus síntomas.
Los autores de este estudio aclaran que los problemas para conciliar el sueño pueden afectar a cualquier persona y no necesariamente significan que tendrá Alzheimer en el futuro. Sin embargo, si consideras que no dormir bien está afectando tu vida diaria y tu salud a otros niveles, consulta con tu médico. Existen soluciones para tratar el insomnio y otros problemas que interfieren con la calidad de tu sueño.
Imagen © Shutterstock.com / rido