El diálogo es una herramienta muy efectiva para que los padres puedan prevenir y ayudar a sus hijos frente a los peligros que presentan las distintas adicciones, como al alcohol y a las drogas.
“Hablando se entiende la gente”, dice el dicho popular. Y según los especialistas, el diálogo es una de las principales herramientas que los padres y los tutores instruyan a los jóvenes y a los adolescentes acerca de los peligros de las adicciones, como al alcohol y a las drogas, entre otras, para prevenir que las usen o las abusen, así como a ayudarlos a que las dejen.
Por eso, es importante que charles con tu hijo o hija sobre estos temas y les demuestres todo el cariño que sientes por ellos, así como tu preocupación relacionada al consumo de drogas. La comunicación diaria entre padres e hijos ayuda a estrechar los vínculos familiares, y las investigaciones demuestran que éste es un factor de peso para que un joven evite el consumo de drogas.
El abuso del alcohol y/o drogas es un problema de salud que no discrimina ni por edad, ni por sexo ni por nacionalidad. En general, el consumo de drogas en los adolescentes tiende a asociarse a cuestiones de entretenimiento o de automedicación. En el segundo caso el riesgo es mayor, ya que la droga o el alcohol se utilizan para ocultar o enfrentar problemas o presiones sociales que puedan presentarse durante el crecimiento. A veces de autoestima o depresión, pero pueden incluso ser más serios.
¿Qué hacer como padres ante esta situación? Siempre es bueno estar informado acerca de las distintas drogas que circulan entre los jóvenes y sus efectos. Paralelamente, junto al diálogo con los hijos está el prestarles atención a sus preocupaciones. Acercarse a ellos es más fácil de lo que parece, así como comenzar la conversación: puedes pautar momentos de encuentro que les permitan platicar, plantear situaciones hipotéticas para sacar el tema, referirte a situaciones similares dentro de la comunidad o grupo de amigos, por ejemplo y conocer a sus amigos y las actividades en las que está involucrado tu hijo.
Al mismo tiempo, es importante estar atentos ante posibles muestras de consumo de drogas. Algunas señales que pueden dar indicio de esto son:
- depresión
- cansancio
- desinterés por la higiene personal
- hostilidad
- cambio en el grupo de amigos
- deterioro en las relaciones familiares
- disminución en el rendimiento escolar y la asistencia a clases
- desinterés por las actividades que solía realizar
- cambios en sus hábitos alimenticios
- cambios en sus patrones para dormir
- ojos rojos o goteo nasal sin que esté padeciendo alergias o un catarro o resfriado.
Y si descubres que tu hija o hijo están usando drogas, busca ayuda profesional rápidamente. Cuanto antes empieces a tratar el problema, más fácil será la recuperación.
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