Siempre que hablamos de alguien que es muy creativo o que es un genio, también se dice que está “loco” para designar que su comportamiento mental no está dentro de lo considerado “normal”. ¿Existe en realidad alguna relación entre ser muy creativo y tener algún tipo de enfermedad mental? En este artículo te contamos lo que debes saber sobre la creatividad (o falta de creatividad) y el cerebro.
Salvador Dalí, no era un pintor convencional. No sólo es el padre del surrealismo, sino que siempre se comportaba de manera llamativa. Este pintor catalán tenía una mente realmente imaginativa y siempre dio de qué hablar. Muchos lo califican como genio, y no es para menos. Lo mismo sucede con personajes que no necesariamente están vinculados al mundo del arte como Albert Einstein, por ejemplo. El autor de la teoría de la relatividad, con su pelo parado y gris, se ha convertido en un ícono de la inteligencia. A primera vista, ¿qué pueden tener en común estos dos personajes? Sin duda, su creatividad y que son considerados mentes brillantes.
Otros artistas como el pintor Vincent Van Gogh, igualmente genial, parecían padecer alguna enfermedad mental como la esquizofrenia. Y es que, según estudios científicos, la psicosis (forma genérica de designar un estado mental que describe la pérdida de contacto con la realidad) tiene mucho que ver con la creatividad.
Esto por supuesto, no significa que las personas mentalmente sanas, no puedan ser altamente creativas. Lo que sucede es que el cerebro responde de manera diferente a la dopamina (un químico relacionado con la sensación de bienestar) tanto en personas esquizofrénicas como en las personas con una creatividad de alto nivel que no tienen síntomas de una enfermedad mental.
Un estudio realizado por el Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia, demostró similitudes (parecidos) entre los cerebros de personas sanas y creativas y aquellos de las personas con esquizofrenia. Este estudio sugiere que las personas más creativas no tiene la capacidad de filtrar la información que reciben en sus cerebros de manera “convencional” lo cual hace que hagan asociaciones novedosas, diferentes y generen ideas innovadoras y únicas. Los investigadores dijeron que “pensar fuera del margen” se facilita en las personas en las que su mente no sigue, precisamente, ningún esquema.
Y todo parece indicar que la capacidad creativa en algunas personas, es mucho más marcada si tienen algún antecedente de enfermedades mentales en su familia como depresión bipolar (trastorno bipolar), además de la ya mencionada esquizofrenia. Pero, ¿qué es precisamente lo que hace que los cerebros de las personas más creativas sean diferentes? Los científicos suecos explican que la creatividad está ligada a la red de neuronas (estas células nerviosas del cerebro) que responden a la dopamina (una sustancia neurotransmisora).
Para entender bien el papel de este neurotransmisor relacionado con el placer y la satisfacción (la dopamina), los investigadores suecos le dieron a 14 participantes (sin antecedentes de enfermedad mental) unas pruebas psicológicas para medir su capacidad creativa resolviendo problemas de diferentes maneras.
Los participantes que fueron catalogados como “altamente creativos” por su buen desempeño en la prueba, tenían menos densidad de receptores de dopamina en el tálamo (un área) del cerebro que aquellos que fueron clasificados como “menos creativos”. Esto coincide con el cerebro de las personas que tienen esquizofrenia, las cuales también tienen menos densidad de receptores de dopamina en esa área del cerebro, la cual sirve como filtro de información antes de enviarla a la corteza cerebral.
Esto significa que tener menos receptores de dopamina en el tálamo produce menos filtración de la información, lo cual hace que esta fluya más libremente hacia la corteza y ahí se pueden hacer asociaciones poco comunes que las personas con niveles normales de receptores no podrían establecer.
De ahí que muchas veces alguien nos sorprenda con una idea brillante y espontánea, y muchas veces pensemos “¿cómo no se me ocurrió antes?”. Pues hay que echarle la culpa a los filtros del cerebro, que en su afán de darnos información clasificada, muchas veces nos impiden hacer alguna conjetura genial.
Y tú, ¿qué tan creativo/a eres?
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