Crecer en un hogar en donde la violencia es el pan de cada día, tiene serias repercusiones en la salud mental y emocional de los niños. Tanto así, que un estudio reciente compara el efecto del maltrato infantil en el cerebro de los niños, al que sufren los soldados que están en una guerra.
No es en vano que cuando hay violencia familiar, se compare a una casa con un campo de batalla. Crecer en un ambiente donde la ira, los gritos y los golpes son parte de la vida cotidiana, tiene un gran impacto en la salud mental y emocional de los pequeños. Este impacto es comparable al que sufre el cerebro de un soldado que pelea en una guerra.
Así lo descubrieron científicos británicos cuyo estudio fue publicado en la revista Current Biology. Para llegar a esta conclusión los investigadores le hicieron estudios de imágenes cerebrales a los niños (Scans del cerebro) para evaluar el impacto de la violencia en su desarrollo emocional y encontraron que el abuso doméstico estaba ligado a un aumento en la actividad en dos áreas del cerebro que se ‘encendieron’ al ver fotos con expresiones de rabia en sus rostros.
Estos resultados fueron comparados con los de otros estudios en los cuales los soldados en combate presentaron actividad cerebral en las mismas áreas antes mencionadas, las cuales, según los expertos, son las que indican que se deben reaccionar ante una posible amenaza.
En palabras sencillas esto significa que tanto los niños que son víctimas de violencia en su hogar, como los soldados, han adaptado su cerebro y el enojo los hace reaccionar de más para estar alerta ante el peligro en su ambiente. Esto es bueno, pues prepara el cerebro para situaciones de peligro. Sin embargo, dicha capacidad de respuesta al peligro, puede ocultar un factor de riesgo neurobiológico que incrementa la susceptibilidad de los niños a sufrir de enfermedades mentales, tales como la depresión y el trastorno de ansiedad.
Otro estudio al respecto publicado en agosto y llevado a cabo en Londres, encontró que las personas que sufrieron de maltrato durante la niñez, estaban dos veces más predispuestas a sufrir de depresión severa y recurrente que aquellas personas que tuvieron infancias normales.
El maltrato infantil es algo que se debe condenar a toda costa. Tiene consecuencias en muchos niveles que conllevan peligros de comportamiento y salud mental. Si un niño es maltratado físicamente hasta el extremo de que sufra daños en su cerebro, esto tiene implicaciones psicológicas como retrasos en el aprendizaje y en su desarrollo emocional. Estos problemas psicológicos se manifiestan más adelante en depresión y ansiedad, lo cual a su vez, produce que se adquieran hábitos de riesgo como el uso de drogas, abuso del alcohol e incluso, trastornos alimenticios.
Como ves, el maltrato infantil no sólo causa que los niños se sientan en un campo de batalla y se vean afectados en su momento por la violencia en su casa, sino que esto trae consecuencias que se manifiestan a lo largo de su vida, en varias áreas de su personalidad.
Recuerda que la violencia hacia los niños es inadmisible y sólo demuestra cobardía por parte de los adultos que los maltratan.
No dudes en buscar ayuda si conoces algún caso de maltrato infantil. Es importante que salvemos a los niños de estos abusos, por su salud en general.
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