La falta de sueño no es parte normal del proceso de envejecimiento. La “Mayo Clinic Health Letter” analiza innumerables causas que pueden contribuir a que los ancianos sufran privación de sueño. Las causas subyacentes más comunes para no dormir suficiente son tratables y la persona puede recuperar su sueño normal.
Entre las causas para la falta de sueño están:
- Trastornos del sueño: los calambres en las piernas vinculados al sueño, la apnea obstructiva del sueño, los movimientos periódicos de brazos y piernas y el síndrome de las piernas inquietas pueden interferir con el sueño. Un estudio de Mayo Clinic realizado entre ancianos descubrió que más de la mitad de 892 participantes presentaba signos de por lo menos otro trastorno del sueño diferente al insomnio.
- Dolor: la dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido generalmente se vincula a algún dolor mal controlado, fruto de acidez estomacal, artritis, problemas de la espalda u otras afecciones.
- Micción nocturna: la urgencia de orinar es una razón común para que los ancianos despierten por la noche.
- Enfermedades: toser o sentir ahogo e incluso comezón puede perturbar el sueño. Las afecciones de la salud mental, como la depresión, por lo general también se vinculan con problemas para dormir.
- Medicamentos: muchos fármacos pueden interferir con el sueño y entre ellos están los descongestionantes de venta libre, los analgésicos que contienen cafeína, algunos antidepresivos y los corticosteroides.
- Menopausia: cerca del 50 por ciento de mujeres menopáusicas informa tener dificultad para dormir por los sofocos y sudores nocturnos.
Cuando el sueño elude, es importante conversar con el médico. Si bien los patrones de sueño pueden cambiar con la edad, en general, dormir menos de siete horas como norma es algo que interfiere con la concentración, memoria y proceso de toma de decisiones. La privación de sueño continua interfiere hasta con la capacidad de reconocer el cansancio.
Para más información de la Mayo Clinic haz clic en el logotipo:
Copyright © 2011 por Mayo Clinic. Todos los derechos reservados.
Imágen © iStockphoto.com / Mark Hatfield