Cuando tenemos problemas de la memoria pueden ser muchos factores los que están influenciando este fenómeno. En realidad, todos tenemos momentos en los que olvidamos donde dejamos las llaves, en los que no recordamos el nombre de una persona o algún evento o eventos que nos sucedieron. Pero hay un punto en el que puede dejar de ser un simple descuido o algo ocasional y ser realmente un signo de alarma al que hay que atender. Aquí profundizamos sobre la memoria y exploramos algunas de las terapias integrales que podrían ayudar a mantener y fortalecerla.
La memoria es un sistema parecido a un mueble con cajones, cuando recordamos algo, entonces el cerebro hace el esfuerzo por ir hacia el cajón donde está guardado ese evento, lo abre y lo saca. Es normal que no todos los recuerdos sean nítidos y súper claros, o que unas personas sean más distraídas que otras (esto además tiene que ver con la atención que ponemos al presente y qué tanto estamos pensando en otras cosas sin estar realmente “aquí”).
Lo que no es normal, es comenzar a experimentar una pérdida de memoria cada vez más frecuente, que vaya en aumento u olvidarse de cosas que han formado parte importante de nuestras vidas, como el lugar en donde vivimos, nuestro número de teléfono e incluso los rostros de familiares o amigos. Es importante que si notamos rasgos como estos, que causen alarma, acudamos de inmediato con un doctor y no dejemos pasar el tiempo.
Los problemas de la memoria suelen aparecer con la edad (también pueden ser secuelas de accidentes, como derrames cerebrales) y bien pueden ser un deterioro cognitivo leve (las personas que con la edad van perdiendo algunas memorias pero, aún se pueden cuidar a sí mismas y llevar una vida “normal”). Pero los problemas de la memoria pueden representar el inicio de enfermedades más graves como el Alzheimer, lesiones en la cabeza (como tumores), demencia o problemas de la tiroides (hipotiroidismo, por ejemplo). Y, desde luego los problemas de memoria que ocurren con el envejecimiento no interfieren con la habilidad de la persona de mantener una vida independiente, de trabajar (si lo hace) y llevar una vida social.
Si piensas que los problemas de la memoria podrían estar afectando tu vida diaria (o a algún familiar) consulta de inmediato a tu médico.
Recuerdos sanos
Para que nuestra memoria, como un músculo, se mantenga activa y saludable hay que tener una vida saludable primero. Comer bien, evitar conservadores y productos demasiado procesados o químicos, beber agua, evitar el alcohol, hacer ejercicio, estar mentalmente activo y dormir bien. Procura disfrutar la vida y sus actividades.
Es a partir de los 50 años aproximadamente, que se pueden presentar este tipo de enfermedades, por eso es frecuente que veamos a muchas personas resolviendo acertijos, crucigramas, sudokus, ajedrez, etc. Sobre todo a partir de este período en la vida.
Aprender cosas nuevas, leer libros complejos, emprender tareas diferentes a las que estamos acostumbrados (y que nos representen un reto) pueden ayudar también. Evitar tener una vida sedentaria y estar todo el tiempo frente a los dispositivos electrónicos es otro gran consejo.
¿Debo comer algo (o no) o usar suplementos?
Es muy importante de entrada tener una alimentación sana y balanceada (suficientes frutas y verduras, proteínas, grasas saludables, frutos secos, menor cantidad de harinas y azúcares procesados, por ejemplo)
Pero también comer moras o bayas (como fresas, zarzamoras, moras azules, arándanos, cerezas, etc.) puede ser benéfico para tu memoria. Tienen una gran cantidad de antioxidantes (para reducir los signos del envejecimiento en nuestras células), además de que contienen vitamina C y polifenoles.
La vitamina B12 también es un elemento importante para tener una memoria saludable. Esta sustancia es importante para la salud del sistema nervioso y de los glóbulos rojos en nuestra sangre. Es importante asegurarse de tener un consumo adecuado especialmente porque la absorción de la vitamina B12 disminuye a partir de los 50 años. Los vegetarianos tiene que estar especialmente alertas porque al no consumir productos animales tienden a tener niveles más bajos.
La vitamina B12 se encuentra en alimentos de origen animal (carne, pescados y lácteos) o en la levadura de cerveza. Puede no dar síntomas. Si se presentan, los primeros síntomas podrían ser: tono amarillento en la piel y en los ojos, palpitaciones, mareo y/o fatiga. Debes acudir a un médico para que te examine y te haga análisis. Probablemente encuentre que tienes anemia. El tratamiento es importante porque no sólo afecta la memoria. La deficiencia de vitamina B-12 causa un tipo de anemia llamada anemia perniciosa.
¿Qué dice la ciencia acerca de las terapias integrales para mejorar la memoria?
Ginkgo biloba: Algunos estudios indican que ayuda a estimular la memoria, otros mencionan que ayuda a proteger la memoria. Varios estudios sugieren que posiblemente es eficaz para el Alzheimer y otras formas de demencia, para mejorar problemas cognitivos y de concentración.Para esto último se requieren más estudios. Si lo tomas, ten precaución si también tomas anticoagulantes como la warfarina, ya que la combinación aumenta el tiempo de sangrado.
Ginseng: Específicamente del género Panax ginseng. Por un lado algunos estudios sugieren que en las personas sanas, esta hierba podría mejorar el rendimiento mental, aumentando la rapidez en la atención, la precisión y el tiempo de respuesta, o sea estimulando la memoria, otros lo contradicen. Por lo que se requieren más estudios. Si lo tomas, considera que puede bajar el azúcar en la sangre y prolongar el tiempo de sangrado si tomas warfarina u otros anticoagulantes.
Vitamina B-12 En los casos de deficiencia de vitamina B-12, como en una condición llamada anemia perniciosa por falta de esta vitamina. Es necesario dar esta vitamina inyectada porque las personas con esta condición no pueden absorber esta vitamina por el tracto gastrointestinal.
Extracto de semilla de uva Aunque algunos experimentos con ratones (de la Escuela de Medicina Mount Sinai) que tomaron extractos de semillas de uva (vitis vinifera, la misma variedad que se fabrica el vino Cabernet Sauvignon) sí mostraron reducciones en la enfermedad de Alzheimer y en deterioros cognitivos en comparación con los ratones de control que sólo tomaron agua. Sin embargo, esto no necesariamente quiere decir que tomar vino pueda ayudar a evitar este tipo de enfermedades, así que antes de ir por tu botella de vino, habría que esperar a que otros estudios verdaderamente avalaran estos resultados.
Algunos estudios mencionan a otras sustancias como posiblemente efectivas para tratar a los problemas de la memoria. Estas incluyen a los Ácidos grasos Omega3 (o el aceite de pescado), a las vitaminas B y E y a la fosfatidilserina pero aún se requieren más estudios para determinar la eficacia de estas sustancias para el tratamiento de la memoria.
Otro dato que es muy importante, es que recientemente se ha encontrado que los problemas de la memoria pueden ir de la mano o ser un indicador temprano de un ataque al corazón. Según un estudio publicado en Medscape, quienes sufren de algún tipo de pérdida de memoria, suelen aumentar su riesgo de problemas cardiacos en un 20% y si son personas con niveles elevados de educación, esto puede incluso subir más llegando hasta a un 40%.
Conclusiones
Si tienes dudas de si estás padeciendo de algún trastorno de la memoria o no, consulta a tu médico de inmediato. Quizá no sea nada, pero algunas veces podría ser más grave de lo que se piensa.
El médico te haría varios exámenes relacionados a habilidades cognitivas (como memoria, problemas números, lenguaje o destreza) además de algunos exámenes de sangre y de orina, de acuerdo a lo que considere indicado.
Si tienes un familiar o amigo con problemas de la memoria, es fácil ayudarle recordándole cosas, llevando una vida tan normal como sea posible, manteniéndolo activo y teniendo rutinas diarias.
Hay actividades de esparcimiento que pueden ayudar mucho a las personas con problemas de memoria (incluida la depresión que conlleva) como terapias de música, aprender cosas nuevas, hacer ejercicio, tener aficiones o pasatiempos (hobbies) y en general, actividades recreativas que le gusten a las personas y los entusiasmen.
Es importante procurar reducir los niveles de estrés en la vida diaria.
Es importante no usar medicinas complementarias sin saber antes qué efectos, contraindicaciones o interacciones pueden tener (especialmente si tomas otros medicamentos, suplementos o hierbas). Es importante descartar otros problemas que pueden provocar pérdida de la memoria como algunas afecciones en la tiroides, el hígado o los riñones. Siempre consulta con tu médico antes de tomar cualquier suplemento o hierba (aunque se venda sin receta). A veces, la pérdida de la memoria puede deberse a algo que estás tomando y quizá no lo sepas.
A pesar de se está haciendo mucha investigación acerca de los suplementos y la terapia integrativa, alternativa y complementaria que pueda ayudar a mejorar la memoria, actualmente no existe nada que puedan prevenir los cambios que suceden con la demencia o el Alzheimer.
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