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En la sociedad actual, donde la productividad y la inmediatez son altamente valoradas, es común sentir que el tiempo nunca es suficiente, lo que nos deja sin energía para realizar lo que realmente deseamos. Las tareas urgentes, las constantes notificaciones y las distracciones hacen que el tiempo se esfume, generando un ciclo de estrés y agotamiento. Sin embargo, una buena gestión del tiempo no solo mejora la productividad, sino que también ayuda a reducir el estrés y a aumentar la calidad de vida.

Por qué una mala gestión del tiempo genera estrés

El estrés no solo proviene de la cantidad de tareas que tenemos, sino de la sensación de falta de control sobre ellas. Una mala organización del tiempo puede disparar la ansiedad ya que sentimos:

  • Sensación de urgencia constante: Postergar tareas por falta de tiempo o sin un plan claro lleva a que todo se vuelva urgente y caótico.
  • Sobrecarga mental: Si no organizamos nuestras tareas, nuestra mente se llena de recordatorios y pendientes, agotando nuestra energía mental.
  • Falta de descanso real: El tiempo mal gestionado invade momentos de descanso, provocando que nunca nos desconectemos del todo. Esa sensación de “ahora estoy descansando, pero debería hacer esto o lo otro“.
  • Procrastinación y culpa: Dejar las cosas para después genera una sensación de insatisfacción y autocrítica, aumentando la ansiedad e impidiendo el disfrute.
  • Menos tiempo para lo importante: Si todo parece urgente, lo verdaderamente importante (salud, familia, descanso) queda en segundo plano.

Cómo organizar tu tiempo para reducir el estrés

Aquí van algunas estrategias prácticas:

1. Conoce en qué se te va el tiempo

Antes de mejorar tu gestión del tiempo, necesitas entender cómo lo usas. Prueba durante unos días a anotar en qué actividades pasas tu tiempo, incluyendo distracciones. Te sorprenderá descubrir cuánto se te va en cosas que no son prioritarias.

Ejercicio práctico: Usa una app de seguimiento del tiempo o simplemente haz una lista en papel durante tres días y revisa dónde podrías hacer ajustes.

Prioriza con inteligencia

No todas las tareas tienen la misma importancia ni el mismo impacto en tu vida. Para organizarte mejor, usa la Matriz de Eisenhower (o de urgencia e importancia), propuesta por Brian Tracy, un orador motivacional experto en productividad, donde se divide una hoja en:

  • Urgentes e importantes: Hazlas de inmediato. Ejemplo: entregar un informe con fecha límite cercana o asistir a un recital de tu hijo.
    • Importantes pero no urgentes: Planifícalas con tiempo. Ejemplo: hacer ejercicio, aprender algo nuevo o preparar un informe con fecha lejana.
    • Urgentes pero no importantes: Si puedes, delega. Ejemplo: responder correos que otros pueden manejar o realizar alguna actividad de limpieza en casa.
    • Ni urgentes ni importantes: Evítalas o reduce el tiempo en ellas. Ejemplo: uso sin propósito de redes sociales o procrastinación innecesaria.

Ejercicio práctico: Clasifica tus tareas con este método y verás cómo se aligera tu carga mental. Lee nuestro artículo sobre cómo crear objetivos; te ayudará a organizarte.

2. Planifica tu día

En lugar de hacer una lista interminable de pendientes, prueba la planificación por bloques de tiempo. Esto significa asignar periodos concretos del día a diferentes tipos de tareas:

    • Inicio del turno (mayor energía): Aprovecha las primeras horas para las tareas más pesadas o que requieren más precisión.
    • Media jornada (energía media): Es buen momento para tareas repetitivas pero menos exigentes, como detalles de limpieza, ensamblaje o contestar correos.
    • Final del turno (menor energía): Dedica este tiempo a actividades más ligeras, como organizar herramientas, hacer inspecciones o limpiar tu espacio.

Esto te ayuda a evitar distracciones y a saber exactamente en qué momento harás cada cosa. Además, si algo puede esperar hasta mañana, no te preocupes innecesariamente.

Ejercicio práctico: Identifica los momentos en los que tienes más y menos energía, y organiza las tareas en consecuencia para evitar agotarte antes de terminar el día.

3. Evita la multitarea

La multitarea parece una gran idea, pero en realidad disminuye la eficiencia y aumenta el estrés. Nuestro cerebro funciona mejor cuando se concentra en una sola cosa a la vez.

Intenta usar:

  • Técnica Pomodoro: trabaja en una sola tarea durante 25 minutos sin interrupciones y luego toma un descanso de 5 minutos.
  • Método 90/15: Trabaja con enfoque durante 90 minutos y descansa 15 minutos. Esto permite recuperar energía sin perder ritmo.
  • Técnica 50/10: Si el trabajo es muy intenso, prueba trabajar 50 minutos y descansar 10 minutos para evitar agotamiento físico.

4. Evita los “ladrones de tiempo”

Brian Tracy habla de los “ladrones del tiempo” como aquellas actividades que interrumpen el flujo de trabajo. Algunos de los más comunes son:

    • Revisar redes sociales y correos constantemente sin un horario definido.
    • Dificultad para decir “no” a tareas innecesarias. Aprender a decir “Ahora mismo no puedo, pero puedo ayudarte en otro momento” es clave para respetar tus tiempos.
    • Procrastinar con excusas como “no tengo tiempo”.
    • Reuniones innecesarias o mal organizadas que consumen tiempo.

5. Deja espacio para el descanso y el ocio

El Principio de Pareto sugiere que el 80% de los resultados provienen del 20% de los esfuerzos. Aplicado a la gestión del tiempo, significa que enfocarse en las tareas de mayor impacto genera mejores resultados con menos estrés.

Un error común en la planificación es llenarla de tareas y no dejar margen para el descanso. El cerebro necesita pausas para rendir bien y reducir el estrés.

  • Reserva tiempo para descanso real (sin pantallas).
  • Incluye actividades que disfrutes y te relajen. Y momentos sin interrupciones solo para ti.
  • Deja espacios para imprevistos; si no ocurren, úsalos para relajarte.

Ejercicio práctico: Programa al menos 30 minutos al día para algo que te haga sentir bien, ya sea caminar, leer o simplemente desconectar.

Si empiezas aplicando solo uno o dos de estos consejos, verás cómo tu estrés se reduce y tu bienestar mejora. Recuerda que la clave no es llenar cada minuto con actividades, sino vivir con más calma y enfoque.

FAQS

¿Por qué una mala gestión del tiempo puede aumentar el estrés?
Porque genera una sensación de falta de control, lo que provoca ansiedad, fatiga mental y la impresión de que nunca hay suficiente tiempo para lo realmente importante.

¿Cómo afecta la sensación de urgencia constante a tu bienestar?
Sentir que todo es urgente y que no hay tiempo suficiente aumenta el estrés, dificulta la concentración y reduce la capacidad de tomar decisiones de manera efectiva.

¿Qué estrategias puedes aplicar para organizar mejor tu tiempo?
Algunas estrategias incluyen priorizar tareas con la Matriz de Eisenhower, planificar el día en bloques de tiempo, evitar la multitarea y dejar espacios para el descanso.

¿Por qué la multitarea no es tan eficiente como parece?
Porque disminuye la concentración, aumenta los errores y genera más estrés. Es más efectivo enfocarse en una sola tarea a la vez, usando técnicas como Pomodoro o el método 90/15.

¿Por qué es importante dejar espacio para el descanso y el ocio en tu planificación diaria?
Porque el cerebro necesita pausas para rendir mejor. Incluir momentos de descanso mejora la concentración, reduce el estrés y aumenta la productividad.

Por Carlos Diego Ibáñez
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Imagen: ©Shutterstock / A9 STUDIO

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