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Muchas personas se preguntan: ¿Cuándo hará demasiado calor para realizar actividades normales, aún por las personas saludables? La respuesta va más allá de la temperatura que lees en el termómetro. Tiene que ver con la combinación del calor con la humedad. Los investigadores Larry Kenny profesor de fisiología, kinesiología y rendimiento humano, Daniel Vecellio, geógrafo y climatólogo, Rachel Cottle, estudiante de doctorado en la fisiología del ejercicio, y S. Tony Wolf, investigador de posdoctorado en kinesiología dicen que estos factores se vuelven peligrosos más rápidamente de lo que los científicos pensaban anteriormente. Esto es lo que debes saber para cuidarte:

Los científicos se han preocupado por el aumento de las olas de calor asociadas con la humedad, que se miden como “temperatura de bulbo húmedo”.

Se suele citar un estudio publicado en 2010 que sugería que un temperatura de bulbo medio húmedo de 35 grados centígrados, equivalente a 95 grados Fahrenheit al 100% de humedad o a 115 grados Fahrenheit al 50% de humedad, sería el límite superior que aguantaría el cuerpo humano con seguridad, ya que arriba de esos límites no puede refrescarse evaporando el sudor de la superficie de la piel para mantener un temperatura corporal constante.

Este límite se probó recientemente en voluntarios sanos en un laboratorio, y los resultados de estas pruebas muestran aún más datos de preocupación:

Cuando la temperatura del cuerpo aumenta, el corazón tiene que trabajar más duro para bombear sangre a la piel y disipar el calor. Y, cuando se suda, se reduce la cantidad de líquido en el cuerpo. En los casos más graves, la exposición prolongada puede provocar un golpe de calor o insolación, un problema potencialmente mortal que requiere tratamiento inmediato de emergencia.

Pero, para estar en peligro, no es necesario exceder esos límites en todos los casos. La exposición prolongada al calor húmedo también puede volverse extremadamente peligrosa para las personas en la tercera edad y para las personas con enfermedades crónicas. Hay que considerar que las personas mayores de 65 años representan entre el 80 y el 90% de las víctimas durante las olas de calor, ya que el cuerpo se vuelve menos resistente al calor con la edad, y estas personas tienden a padecer más problemas del corazón y/o respiratorios y consumen más medicamentos que pueden llevar a la deshidratación.

El calor seco es menos peligroso que el húmedo, ya que casi todo el sudor que se produce llega a evaporarse, así enfriando al cuerpo. Pero, aun así, hay que cuidarse consumiendo más líquidos.

Mantener el equilibrio hídrico (del agua) y encontrar lugares para refrescarse, aunque sea por poco tiempo, son muy importantes durante las temperaturas elevadas. Hasta que más ciudades en los Estados Unidos y otros países del mundo amplíen los centros de enfriamiento para ayudar a las personas a refugiarse del calor, todavía habrá muchas personas que experimentarán estas condiciones peligrosas sin ninguna forma de refrescarse. Estos centros de enfriamiento son especialmente importantes para las personas de bajos recursos que no tienen acceso al aire acondicionado o que recurren a opciones más económicas como los ventiladores por evaporación o swamp coolers.

Un estudio realizado en África enfocado en el estrés por el calor descubrió que el clima del futuro no será propicio para el uso de sistemas para el uso de estos sistemas de enfriamiento de bajo costo, ya que las regiones tropicales y costeras de ese continente se están volviendo más húmedas. Estos dispositivos, que usan mucha menos energía que los acondicionadores de aire, usan un ventilador para recircular el aire a través de un almohadilla fría y húmeda para reducir la temperatura del aire, pero no son eficaces cuando la temperatura de bulbo húmedo supera los 21 grados centígrados o 70 grados Fahrenheit.

El estudio es relevante en los EE. UU. y en otras partes del mundo también, ya que el cambio climático está incrementando la humedad en ciertos sitios (por ejemplo, Texas y Florida, la India y Pakistán), mientras vuelve más áridos a otros (por ejemplo, California y Arizona).

El profesor Camilo Mora, investigador climático de la University of Hawaii, advierte que, hoy en día, aproximadamente el 30% de la población mundial está expuesta al calor excesivo 20 días o más al año. Pero que se espera que esta cifra superará el 48% para el año 2100.

Consejos para protegerse en los días de mucho calor:

  • Tome muchos líquidos, mínimo 1.5 litros al día, preferiblemente de agua mineral sin gas. Se le puede agregar un poco de jugo de fruta natural para darle sabor.
  • Cerrar las persianas y cortinas de la casa.
  • Poner ventiladores en todas las habitaciones.
  • Usar ventiladores de mano para dirigir el aire fresco hacia la cara.
  • Consumir alimentos fríos en vez de los calientes.
  • Si siente alguno de los síntomas descritos en éste artículo de Vida y Salud, consulte inmediatamente a su médico o llame al servicio de emergencia. Pueden poner en peligro su vida.

En conclusión, sigue aumentando la evidencia de que el cambio climático no es sólo un problema para el futuro. Este es el problema al que nos enfrentamos actualmente y se debe abordar como tal. Mientras tanto, hay que seguir las medidas de prevención.

 

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Imagen: ©Shutterstock / New Africa

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