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  • El hiperaldosteronismo se produce cuando el cuerpo segrega demasiada hormona aldosterona
  • Hay dos tipos de hiperaldosteronismo
  • No suele presentar síntomas
  • Se diagnostica con un análisis de sangre
  • Existen diferentes opciones para tratarlo, de no hacerlo pueden surgir complicaciones graves

La aldosterona es la hormona que ayuda a controlar el equilibrio del agua y las sales en el riñón, ya que mantiene el sodio dentro de nuestro cuerpo y, a la vez, libera el potasio fuera del organismo.

La aldosterona es segregada por las glándulas suprarrenales que, como su nombre indica, están situadas encima de cada riñón. Estas glándulas, de pequeño tamaño y forma triangular, segrega además otras hormonas, como el cortisol o la epinefrina, que realizan funciones cruciales en el cuerpo.

En ocasiones, se produce un trastorno por el que las glándulas suprarrenales segregan demasiada aldosterona a la sangre. Es el denominado hiperaldosteronismo y hay de dos tipos:

  • Hiperaldosteronismo primario: el problema es de las glándulas suprarrenales y suele estar causado por un tumor benigno (es decir, no canceroso) denominados aldosteronomas. También se le conoce como síndrome de Conn
  • Hiperaldosteronismo secundario: el problema tiene como origen otra parte del cuerpo, pero causa que la hormona se segregue en exceso. Suele deberse a:
    • Genética
    • La dieta que se ingiere
    • Enfermedades en órganos como corazón, hígado o riñones. O presión arterial elevada

El hiperaldosteronismo en muchos casos, no presenta síntomas. Los más frecuentes, cuando aparecen, son:

  • Hipertensión en las arterias
  • Dolor de cabeza
  • Cansancio constante
  • Problemas musculares (a causa de la falta de potasio en la sangre)
  • Sensación de debilidad en los músculos y de entumecimiento

El diagnóstico se realiza con un análisis de sangre, midiendo los niveles de aldosterona y potasio. En caso positivo, puede que sea preciso realizar pruebas radiológicas como tomografía o resonancia magnética, para situar la ubicación exacta del tumor benigno y comprobar en cuál de las dos glándulas se está segregando aldosterona de más.

Tratamiento

  • Cirugía en el hiperaldosteronismo primario, aunque en ocasiones se trata con medicamentos que bloquean la acción de la aldosterona, como los diuréticos. La cirugía suele ser muy efectiva. Es recomendable reducir el consumo de sal en las comidas. El pronóstico suele ser bueno si el diagnóstico y tratamiento son correctos.
  • El hiperaldosteronismo se trata con los fármacos citados y reduciendo la sal. No es necesaria cirugía: el problema tiene como origen otra parte del cuerpo, pero causa que la hormona se segregue en exceso. El pronóstico depende del motivo de la enfermedad.

Complicaciones

  • Si no se trata, el hiperaldosteronismo primario eleva mucho la presión de la sangre, por lo que puede causar infartos en el corazón, ictus o derrames en el cerebro y daños en riñones y ojos, entre otros órganos
  • El uso continuado de medicamentos que bloquean el efecto del hiperaldosteronismo tiene como efecto secundario:
    • problemas de erección
    • agrandamiento del tejido de las mamas en hombres

Por Javier Granda Revilla
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