¿Qué es ese perfume?… ¡Me va a matar de un ataque de alergia! Las velas aromáticas y los ambientadores, que son tan agradables para algunos, pueden ser muy molestos e irritantes para otros ya que a veces desencadenan alergias y ataques de asma. Aquí te contamos más detalles sobre este tema, para que puedas evitar una situación incómoda con tus invitados, clientes y colegas de trabajo.
Los aromas y los perfumes ayudan a crear un ambiente acogedor y agradable. Por eso las velas y los ambientadores se han vuelto una parte importante de la decoración del hogar y hasta de la oficina. Pero aunque a todos les gusta vivir y trabajar rodeados de un olor agradable, el efecto no siempre es positivo cuando se trata de reacciones de tipo alérgico.
Luciana, por ejemplo, tenía su departamento lleno de aromatizadores y velas aromáticas para ambientar cada ocasión. Le gustaban los aromas orientales para relajarse y los florales para recibir visitas. Todo fue bien hasta que invitó a Santiago a una velada romántica. Lo preparó todo cuidadosamente: desde las canciones lentas que escucharían y el vino que beberían hasta los platos de una cena especial. Pero en el mejor momento de la noche, Santiago sufrió un violento ataque alérgico, del que todavía se acuerda, porque les arruinó una cita preparada con tanto esmero.
Como a Santiago, muchas personas que padecen de alergias y/o asma deben privarse de este tipo de productos que para el resto de las personas resultan totalmente inofensivos pero que para ellos pueden ser sumamente molestos y hasta peligrosos.
El amor resultó más fuerte en esta pareja y cuando al fin compartieron un hogar, Luciana debió abandonar sus pequeños placeres y olvidarse no sólo de los aromatizadores, sino también del futón y las almohadas de plumas, de usar quitaesmaltes cerca de Santiago o echar cualquier tipo de insecticida, de la posibilidad de tener un gato y de sacudir la alfombra para quitarle el polvo. Poco a poco, tuvo que ir aprendiendo como hacer que su casa se convirtiera en un lugar a prueba de alergias.
El asma es una condición pulmonar que muchas veces se produce en respuesta a una reacción alérgica a distintas partículas invisibles, que están en el aire sin que la mayoría de las personas lo note: el polvo, el polen de las plantas, los ácaros y la humedad, entre otros factores.
Las alergias a los productos cotidianos, por su parte, pueden provocar estornudos, picazón en la nariz, tos, dolores de cabeza y otras molestias. Los especialistas en alergia o alergólogos han notado que junto con el incremento en el uso de los productos aromatizantes, también han aumentado las quejas de los pacientes sobre sus reacciones a éstos.
Si has experimentado este tipo de reacción, ya sabes a qué se debe. Para evitarlas, tienes que eliminar de tu entorno esos productos que te afectan. Y si estás en el lugar de Luciana y tienes amigos o compañeros de trabajo que se quejan de tus aromatizadores, la próxima vez que lo hagan tómalos en serio, no te lo piden por intolerantes ni para molestarte.
Se han realizado estudios que comprueban que estas reacciones son reales. Por ejemplo, una encuesta que se hizo en el año 2009 entre más de dos mil adultos en Estados Unidos, cuyos resultados fueron publicados en la revista Journal of Environmental Health, registró que alrededor del 11 por ciento de los participantes afirmó tener hipersensibilidad a productos comunes para lavar la ropa, mientras que el 31 por ciento dijo tener una “reacción adversa” a productos aromáticos que usaban otras personas y casi el 19 por ciento afirmó que los ambientadores les generaban problemas para respirar, dolores de cabeza u otras molestias relacionadas a la salud. Según este estudio, las personas que más reacciones tuvieron fueron las asmáticas.
¿Por qué causan alergias o efectos nocivos las velas aromáticas, los ambientadores y otros productos de uso doméstico? Porque emiten sustancias químicas como el formaldehido, destilados de petróleo, limoneno, alcohol y ésteres, que en concentraciones elevadas pueden provocar irritación en los ojos y en las vías respiratorias, dolores de cabeza, mareos e incluso son capaces de afectar la memoria.
Al respecto, otro estudio que se publicó en el 2008 en la revista Environmental Impact Assessment Review, encontró que muchos detergentes para la ropa y varios ambientadores emitían esas sustancias potencialmente peligrosas. Por ejemplo, se estimó que un ambientador eléctrico emitía más de 20 contaminantes distintos, de los cuales siete estaban clasificados como tóxicos o peligrosos, según las leyes federales.
Ahora ya lo sabes, la próxima vez que quieras recibir a alguien o generar un clima cálido y agradable, ten cuidado con las velas y con los aromatizadores. ¡Apágalos al primer estornudo!
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