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Las causas que pueden provocar dolor en los testículos son variadas y a veces no implican ningún riesgo. Lo importante es que sepas distinguir cuando el dolor testicular es un síntoma que indica peligro para que  puedas buscar ayuda de inmediato.

Los testículos son dos órganos reproductores masculinos de forma ovalada que se encuentran contenidos en una especie de bolsa conocida como escroto, ubicada entre el pene y el ano. Su función principal es producir los espermatozoides y la hormona masculina: la testosterona.

Los testículos son muy sensibles e incluso una lesión menor puede causar dolor o molestia en uno o en ambos testículos. Por ejemplo, a veces pueden doler por algo tan inofensivo como contener una erección, pero en otras ocasiones puede tratarse de alguna condición de emergencia, como una torsión testicular (que es más común en los hombres jóvenes entre los 10 y los 20 años), u otras que requieran tratamiento, como la epididimitis o la orquitis, sobre las que hablaremos más adelante.

El dolor puede originarse en los testículos mismos o como consecuencia de alguna afección en el escroto, la ingle o el abdomen. Entre las causas más comunes, se encuentran las lesiones, y las inflamaciones debidas a las infecciones o no, por ejemplo. Las primeras pueden ocurrir por varios motivos, como golpes, accidentes, traumas en los deportes o de cualquier tipo.

En cuanto a inflamaciones debido a infecciones o no, las más comunes son las que mencionamos antes: la epididimitis y la orquitis. La primera es una inflamación de los conductos por los cuales el esperma sale del testículo, frecuentemente causado por una enfermedad de transmisión sexual denominada clamidia o por una infección de las vías urinarias (en la orina). La orquitis, en cambio, puede ser causada por bacterias o por un virus como el de las paperas, que puede ocurrir al mismo tiempo que la epididimitis o la prostatitis (una inflamación de la glándula prostática o próstata).

A veces, la inflamación también puede estar provocada por una acumulación de líquidos que no causa dolor, tal vez algunas pequeñas molestias. Es el caso del varicocele (cuando las venas del escroto que llevan la sangre de los testículos se dilatan o agrandan), el espermatocele (cuando se produce un quiste con el líquido del epidídimo, que almacena y transporta el esperma) y el hidrocele (cuando se forma líquido en el área interior del escroto, rodeando el testículo, algo que es común en los recién nacidos).

¡Atención! Otra de las afecciones en los testículos que en general no causa dolor, aunque sí puede hacerte sentir algunas molestias, es el cáncer testicular. Para detectarlo puedes hacerte un autoexamen de los testículos, regularmente.

Sigue atento, pues otra situación de emergencia que provoca dolor repentino en los testículos es la torsión testicular que mencioné anteriormente. Esta es una condición que no es muy común pero es seria, que se produce porque la cuerda espermática, que es de donde se sostienen los testículos y que lleva la sangre a los testículos se tuerce y corta el flujo de sangre. Debe tratarse de inmediato para evitar un daño permanente en el testículo.

Otras causas que pueden provocar dolor en los testículos, aunque no parezcan estar relacionadas, pueden ser una hernia en la ingle y cálculos en los riñones o piedras en el riñón.

Los síntomas varían de acuerdo a la causa que los provoque, pero pueden incluir:

  • Dolor e inflamación.
  • Enrojecimiento.
  • Sensibilidad en el o los testículos, así como en el escroto.
  • Nauseas, vómitos y fiebre.

¿Cómo puedes saber cuándo debes de ir al médico de emergencia? Toma nota y si notas alguno de estos signos o síntomas, no pierdas tiempo:

  • El dolor es intenso o aparece de repente.
  • Has tenido una lesión en el escroto y el dolor o la inflamación siguen ahí después de una hora.
  • El dolor se acompañada de náuseas o vómitos.
  • Sientes una protuberancia (bulto) en el escroto.
  • Tienes fiebre.
  • El escroto está caliente, sensible al tacto o hay enrojecimiento.
  • Has estado en contacto con alguien que tiene paperas.

Hay ocasiones en las que no puedes hacer nada para evitar tener problemas en los testículos, pero al menos en algunos casos, puedes tener ciertos cuidados para protegerlos. Por ejemplo:

  • Usa protectores atléticos (suspensorios) durante el deporte o la actividad física, para prevenir lesiones.
  • Usa un condón y sigue prácticas de sexo seguro, para prevenir enfermedades de transmisión sexual.
  • Vacía tu vejiga por completo al orinar, para prevenir infecciones urinarias.
  • Verifica que los niños hayan recibido la vacuna triple viral (contra las paperas, el sarampión y la rubéola).

Con esta información, ya sabes cómo proteger tus testículos y cuándo reaccionar con rapidez, en caso de una emergencia. Por supuesto, si tienes cualquier duda consulta a tu médico o a un especialista (un urólogo) para que te asesore.

 

Ultima revisión: 2017

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