Como muchos exámenes médicos, el de la próstata es molesto pero puede salvarte la vida
Las mujeres somos expertas en hacernos exámenes médicos que pueden resultar incómodos. Desde que iniciamos nuestra actividad sexual, tenemos que visitar al ginecólogo, cosa a la que a muchas mujeres aún después de varios años, les cuesta acostumbrarse. Digamos que no es lo más agradable del mundo, sobre todo si tienes pudor. Pero a ustedes los hombres les toca algo parecido, aunque más tarde en la vida…
La Sociedad Americana del Cáncer recomienda el examen para detectar el cáncer de próstata a todos los hombres a partir de los 50 años, aunque si tienen antecedentes familiares de esta enfermedad deben iniciar el examen antes. Si tienes síntomas como dificultad al orinar, sangre en la orina, dolor de espalda, cadera y/o pelvis, es una visita médica que no debes posponer.
Los estudios más comunes para detectar el cáncer de próstata:
- Examen de tacto rectal: Este es el estudio más temido por los caballeros porque consiste en que el médico inserta uno de sus dedos cubierto por un guante de látex y lo inserta por el recto para palpar si hay cambios en el tamaño o si hay abultamientos en la próstata. Debe hacerse anualmente cuando se inicie tu chequeo.
- Análisis de la orina: indica si hay alguna infección o presencia de células anormales que pueden llevar al médico a sospechar que hay cáncer de la próstata.
- APE o Antígeno prostático específico (en inglés, PSA): mide los niveles de este antígeno en la sangre. Los niveles altos de APE pueden significar un agrandamiento de la próstata, alguna infección o cáncer. Puede ser que el médico te recomiende antibióticos antes de hacer una biopsia, para descartar que se trate de infección.
- Ultrasonido transrectal, si lo considera necesario. Una pequeña sonda se introduce por el recto para tomar unas imágenes de ultrasonido de la próstata.
Si después de esta series de estudios el médico lo considera necesario, tal vez te hará una biopsia de próstata para determinar si tienes cáncer. En este caso, como en la mayoría de las biopsias, un pedazo o varios pedacitos de tejido prostático se extrae para ser analizado en el microscopio (esto generalmente lo puede hacer con una aguja muy finita en su oficina).
El comer una dieta alta en grasa se ha correlacionado con mayor incidencia de cáncer de próstata. Por eso te recomiendo que le bajes al consumo de carne roja, que comas más frutas, verduras y granos integrales. También te recomiendo que comas tomates, sandía y toronja. Lo que tienen en común es el licopeno, un compuesto que parece ayudar a reducir el riesgo de este cáncer. Y desde luego, el llevar una dieta saludable y variada con vitaminas y minerales y el hacer ejercicio regularmente procurando evitar el sobrepeso y la obesidad, te ayudará a mantenerte sano y probablemente a combatir no sólo este cáncer sino varias enfermedades.
El cáncer de próstata es una realidad, sobretodo entre los hombres de raza negra y los hispanos. Según el Instituto Nacional del Cáncer, unos 8,500 hombres hispanos son diagnosticados con cáncer de próstata cada año sólo en Estados Unidos. Por eso, si tienes más de 50 años, olvídate de las incomodidades y no faltes a tu examen de próstata anual. Te puede salvar la vida. Y más vale eso que morir de vergüenza ¿no te parece? Si no me crees, pregúntale a tu mujer. Ella sabe que más vale prevenir que tener pudor.
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