¡Cuidado con la comida rápida y las golosinas!
Una buena memoria es conveniente a cualquier edad, pero si consumes demasiados alimentos que contengan grasas trans, podrías perjudicar la tuya precisamente en plena edad laboral. Un estudio reciente en el que participaron cientos de hombres saludables, encontró que los que comían más grasas trans obtuvieron los peores resultados en pruebas de la memoria. Cualquiera que sea tu profesión, evita comer hamburguesas grasosas o bolsas de papas fritas con frecuencia.
Se habla mucho de las grasas trans, pero ¿sabes exactamente en qué consisten? Es un tipo de grasa que se forma cuando se añaden hidrógenos al aceite líquido, transformándolo en grasa sólida. Este proceso (llamado hidrogenación) es muy conveniente para alargar la vida útil de los alimentos, y para mejorar su sabor y su textura, pero por otra parte resulta nocivo para la salud. Desde hace algún tiempo, se sabe que las grasas trans disminuyen los niveles del colesterol “bueno” y de los triglicéridos, a la vez que aumentan los niveles del colesterol “malo” (LDL).
Además, un estudio reciente reveló algo más. Un consumo elevado de grasas trans puede afectar la memoria de los hombres.
Los resultados del estudio se presentaron en una sesión de la Asociación Americana del Corazón. Según Beatrice A. Golomb, profesora de la Universidad de California en San Diego y autora principal del estudio, los resultados mostraron un fuerte vínculo entre el consumo elevado de las grasas trans y una peor memoria en los hombres jóvenes y de edad mediana, que son los años más productivos de sus carreras. En una entrevista concedida a Medical News Today, la profesora Golom añadió: “Las grasas trans aumentan la vida útil de los alimentos, pero a la vez reducen la vida útil de las personas.”
En el estudio participaron 1,000 personas saludables, sin problemas cardíacos. Casi 700 eran hombres de 20 años o más, y el resto mujeres postmenopáusicas. Los investigadores se enfocaron principalmente en los hombres, porque eran una representación de los adultos de todas las edades
Los participantes respondieron a cuestionarios sobre su dieta, lo que permitió que los investigadores pudieran estimar su consumo de grasas trans.
También se sometieron a ejercicios para evaluar la memoria. Los investigadores les mostraron una serie de 104 tarjetas con palabras escritas en ellas. En cada tarjeta, los participantes debían decir si habían visto antes la palabra escrita o si era la primera vez que se las mostraban.
El resultado fue que los hombres de menos de 45 años que consumían más grasas trans tuvieron las peores calificaciones en los exámenes de memorización de la palabra. El vínculo seguía siendo fuerte cuando los investigadores tomaron en cuenta distintos factores que podrían influir en la memoria (edad, educación, estado de ánimo, etc.).
Según el estudio, cada gramo extra de grasas trans que los participantes consumían al día se asoció a una disminución en 0.76 palabras que recordaban. En los que consumieron más grasas trans, esto equivalía a 11 (más del 10%) menos palabras recordadas, en comparación con los que consumieron la menor cantidad de grasas trans. El promedio de palabras que recordaron correctamente fue de 86.
El estudio se repitió, incluyendo a las mujeres menopáusicas, y el resultado fue el mismo. Aparentemente, las grasas trans tienen el mismo efecto en la memoria de las mujeres que en la de los hombres.
Los alimentos naturales, como la leche, la mantequilla y la carne contienen pequeñas cantidades de grasas trans, pero en estos casos no parece que sean tan dañinas. Son las grasas trans que están en los alimentos comerciales horneados y fritos, la margarina, la manteca de repostería, las galletas saladas y los dulces, etc., así como en muchos tipos de comida “rápida”, las que afectan más la salud.
¿Cómo puedes evitar que las grasas trans te dañen? Lo primero: cuando vayas al supermercado, examina con cuidado la etiqueta de cada alimento, y asegúrate de que estas grasas no están entre los ingredientes. Evita también el aceite parcialmente hidrogenado (que significa lo mismo). Procura comer alimentos con grasas saludables, como las grasas monoinsaturadas (aceites vegetales, como de oliva, de canola, de maní, etc., aguacate o palta, mantequilla de maní o crema de cacahuate, nueces y semillas), o grasas poliinsasturadas (aceite de soya o de maíz, y pescados grasos como el salmón o la trucha).
Sigue una dieta basada principalmente en frutas y vegetales variados (que no contienen grasas trans), granos integrales, leche y productos lácteos desgrasados, pollo, carnes magras y bastante pescado al menos dos veces por semana. De esa manera la memoria de todos se verá beneficiada.
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